Con esta decisión el Gobierno pone punto final al debate que se generó en la última semana, luego que El Espectador revelara las intenciones de explotación de petróleo en esta zona de gran sensibilidad ecológica. Las 30.000 hectáreas licenciadas a Hupecol se encontraban a 2,5 kilómetros del Parque Nacional Tinigua y forman parte del corredor biológico que conecta a los Andes con la Amazonia.
El director de la ANLA, Fernando Iregui, explicó que la decisión fue tomada tras conocer el concepto dado por la autoridad ambiental de la región, Cormacarena. De acuerdo con el funcionario, el documento no había sido conocido por la ANLA en el momento en que fue otorgada la licencia el 28 marzo de este año. Según el informe presentado por Cormacarena, la zona de explotación petrolera forma parte del área de amortiguación del Parque Nacional y requiere un manejo especial.
El episodio reveló la falta de coordinación institucional a la hora de otorgar licencias ambientales en áreas sensibles. En este caso, tanto el Concejo de La Macarena, como la Alcaldía y la Gobernación, además de los ciudadanos, se habían manifestado en contra de la explotación petrolera en una zona con gran potencial ecoturístico. Aun así la licencia fue otorgada por la ANLA.
Aunque Fernando Iregui insistió la semana pasada en que “no existe afectación en Caño Cristales, tanto los pobladores como ambientalistas recordaron que podría existir consecuencias sobre otras fuentes hídricas como el río Guayabero y el río Duda.
La empresa Hupecol aún tiene 10 días para presentar recurso de reposición.