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Acciones por un planeta sano PREMIO BIBO 2022

Invitamos a todas las empresas del sector público y privado, academia (Universidades, colegios, instituciones educativas), entidades territoriales, fundaciones, ONG, gremios empresariales, comunidades étnicas y campesinas y negocios verdes a participar este año en el Reconocimiento BIBO 2022 y sé parte de los proyectos ambientales, que vamos a reconocer a nivel nacional, por manejar buenas prácticas ambientales, enfocadas en detener y revertir la pérdida de naturaleza, reconociendo así la estrecha relación que hay entre salud humana y salud de la naturaleza. Inscripciones abiertas hasta el 19 de agosto.

03 de agosto de 2022 - 09:30 p. m.
Las Inscripciones estarán abiertas hasta el 19 de agosto.
Las Inscripciones estarán abiertas hasta el 19 de agosto.
Foto: Getty Images - Emir Memedovski

La naturaleza es responsable del aire que respiramos, del agua que tomamos y de los alimentos que comemos, es decir, es crucial para satisfacer las necesidades más vitales de nuestro cuerpo. Por ello, se puede decir que, desde lo más básico y esencial, el mundo natural hace parte integral de la salud humana. Para confirmarlo, basta con saber que los océanos producen la mitad del oxígeno que respiramos; que un cuarto de la población mundial depende directamente del agua, los alimentos, las medicinas y los materiales que los bosques proveen, o que alrededor del 25% de los alimentos del mundo proviene de tierras de cultivo irrigadas por ríos.

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Por ello, la creciente destrucción de la naturaleza no solo está teniendo efectos catastróficos en la vida silvestre, sino también en el bienestar de nosotros, los humanos. A medida que las emisiones globales de gases de efecto invernadero regresan a los niveles altísimos que tenían antes de la pandemia de Covid-19, la deforestación sigue siendo alarmantemente alta y la crisis de extinción global continúa sin cesar.

Un estudio histórico de la ONU reveló en 2018 que más de un millón de especies están en peligro de extinción. Y, de acuerdo con el último Informe Planeta Vivo de WWF (2020), en los últimos 50 años, las poblaciones de vida silvestre han disminuido 68% a nivel global (94% en Latinoamérica y el Caribe). La crisis de pérdida de biodiversidad está empeorando la pobreza, las desigualdades y la seguridad alimentaria, poniendo en riesgo los medios de vida de millones de personas y nuestra oportunidad de avanzar hacia un desarrollo sostenible y equitativo.

A su vez, el Covid-19, con sus impactos devastadores, dejó claro que nuestra salud depende de la salud de la naturaleza. Ya sabemos que las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y afectan la biodiversidad aumentan las posibilidades de una pandemia. Y está claro que, sin ecosistemas saludables, tanto la vida humana como la no humana estarán en peligro. En otras palabras, si logramos que el planeta esté sano, nosotros lo estaremos.

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Este año será crítico para el futuro de nuestro planeta. En seguimiento a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26), líderes mundiales adoptarán la nueva hoja de ruta con la cual se pretende revertir la pérdida de biodiversidad para el 2030. El Marco Global de Biodiversidad posterior al 2020, como ha sido denominada esta hoja de ruta, es una apuesta por implementar acciones de base amplia para lograr una transformación en la relación de la sociedad con la biodiversidad, para que a 2050 se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza.

Categorías

Naturaleza en positivo

  • Acciones o prácticas que busquen soluciones basadas en la naturaleza que prioricen equitativamente las economías verde y azul.
  • Que ayuden a abordar desafíos como el cambio climático, reducción del riesgo por desastres, y seguridad alimentaria e hídrica, en tanto, son creados trabajos y sociedades sanas.

Apuesta por un hábitat sostenible y sano

  • Promover el uso sostenible de ecosistemas terrestres, promoviendo el uso eficiente y sostenible de los suelos.
  • Fomentar procesos sostenibles y climáticamente inteligentes de agricultura, ganadería, producción de alimentos y otras actividades relacionadas directamente con el uso de los recursos terrestres.
  • Mantener los bosques sanos, fomentando procesos de restauración ecológica, que eviten la extinción de especies silvestres y que puedan ser usadas en mercados ilegales, provocando nuevas enfermedades y pandemias.
  • Preservar la colorimetría paisajística de los ecosistemas, generando espacios de estética natural propicios para la salud mental de la gente y las especies

Protegiendo los corredores hídricos

  • Promover el uso sostenible de ecosistemas acuáticos, promoviendo el uso eficiente y sostenible de ríos, mares, lagos, etc.
  • Mantener y restaurar los humedales y ríos, garantizando procesos sostenibles de pesca, oferta hídrica y recreación acuática para los diversos cuerpos de agua
  • Restaurando y protegiendo arrecifes de coral, con el fin de proteger islas y costas de eventos drásticos y prevenir el aumento del nivel freático

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