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En la mañana de este domingo 18 de febrero concluyó con éxito la cuarta edición de la Carrera Verde, organizada por la Fundación Natura y apoyada por Bavaria, Argos, la campaña BIBO de El Espectador, entre otros. La carrera es una iniciativa en la que, por cada participante, la fundación y sus aliados se comprometen a sembrar tres árboles.
“Impulsamos esta competencia atlética, porque impone una meta meritoria: llamar la atención de la ciudadanía sobre la importancia que tienen los bosques para la prolongación de la existencia, y mostrar la crisis que enfrentan. A nivel mundial, cada año, se talan 13 millones de hectáreas de bosques para darles paso a la ganadería, la agricultura, urbanizaciones, carreteras o explotaciones mineras”, expresa Elsa Matilde Escobar, la directora de la Fundación Natura, en el portal web de la carrera.
Hasta la fecha, gracias a la Carrera Verde se han sembrado 86.000 árboles nativos para restaurar bosques que se han perdido en tres reservas biológicas del país: Encenillo (Guasca, Cundinamarca), El Silencio (El Retiro, Antioquia) y Cachalú (Encino, Santander).
La meta de este año es que, con las carreras de Medellín y Bogotá, se participen suficientes personas para sembrar 24.000 árboles en la Reserva Biológica Encenillo, un área protegida del municipio de Guasca (Cundinamarca), así como en el área metropolitana de Medellín y algunos municipios antioqueños.
La primera siembra producto de la carrera de 2018 se realizará el próximo 21 de marzo, Día Mundial de los Bosques, y los corredores mismos podrán participar como voluntarios en este proyecto de restauración.
Para los corredores paisas las inscripciones todavía están abiertas. Quienes participen, se reunirán el próximo 15 de abril de 2018 en la Universidad Pontifica Bolivariana, desde donde partirán tanto elrecorrido de 10k (saldrá a las 7:30 a.m.) como el de 3k (9 a.m.).
La Carrera Verde es la única en el mundo con certificado de cero emisiones de dióxido de carbono, y la primera en Latinoamérica en contar con el sello el Gold Green Race, que la acreditan como un evento con bajo impacto ambiental.
Además, los organizadores reutilizan y reciclan el material de la carrera, como banners, impresos, envases, entre otros. Asimismo, recibieron la certificación del Forest Stewardship Council (FSC), que acredita que la madera con la que está hecho no proviene de bosques silvestres.