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El Ideam publicó el tercer boletín trimestral del año 2025 que presenta los Núcleos de Alerta Temprana y reportes mensuales de deforestación estimada para la Amazonía colombiana. Para este trimestre, la entidad identifica cuatro (4) núcleos de alerta de deforestación localizados en el bioma de la Amazonía Colombiana.
Las cifras muestran un repunte de la deforestación durante el tercer trimestre del año. Según la estimación presentada, la deforestación aumentó un 16 % frente al mismo trimestre del año anterior. En términos absolutos, se calcula que 8.030 hectáreas fueron deforestadas entre julio y septiembre de 2025, frente a 6.894 hectáreas registradas en el tercer trimestre de 2024. El comportamiento no fue homogéneo a lo largo del trimestre. Agosto concentró la mayor deforestación, con 3.071 hectáreas, seguido por septiembre, con 2.849 hectáreas. En contraste, julio fue el mes con menor afectación, al registrar 2.110 hectáreas deforestadas.
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Otra de las conclusiones es que la deforestación estuvo muy concentrada. El 98 % del total estimado para el tercer trimestre de 2025 se concentró en cuatro departamentos: Caquetá, que aportó el 32 %; Meta, con el 23 %; Putumayo, también con 23 %; y Guaviare, con el 19 %. En cuanto a la forma en que ocurre la deforestación, el análisis muestra que predominan los polígonos pequeños. Se identificaron 1.551 polígonos menores a 5 hectáreas, lo que indica procesos fragmentados pero numerosos. A estos se suman 421 polígonos entre 5 y 10 hectáreas y 130 entre 10 y 20 hectáreas. Los eventos de mayor tamaño son menos frecuentes: 32 polígonos entre 20 y 40 hectáreas y 3 polígonos de 40 hectáreas.
El Ideam también presentó un consolidado del periodo enero–septiembre de 2025, que permite comparar la deforestación acumulada de esos nueve meses frente al mismo periodo de 2024. En ese sentido, se reporta una reducción del 25 % en la deforestación estimada en la Amazonía colombiana, al pasar de 48.532 hectáreas entre enero y septiembre de 2024 a 36.280 hectáreas en el mismo periodo de 2025. En el reporte se identifican los meses con mayor y menor deforestación en lo corrido de 2025 (hasta el noveno mes), destacando enero (14.250 ha) y febrero (9.503 ha) como los de mayor afectación, y mayo (54 ha) como el de menor.
Los cuatro núcleos de deforestación
Durante el tercer trimestre de 2025, la mayor concentración de Detecciones Tempranas de Deforestación se registró en el municipio de Cartagena del Chairá, en Caquetá. El fenómeno se concentra especialmente en el sector norte del núcleo veredal 21, en veredas como Ilusiones del Yarí, Nuevo Colombia, Cerritos, Caño Bonito y Caño Gafas, ubicadas al sur del interfluvio entre los ríos Cuemaní y Yarí.
Desde el punto de vista geográfico y ambiental, dice el Ideam en su reporte, esta área se encuentra dentro de la Zona de Reserva Forestal establecida por la Ley 2 de 1959 y limita con el sector noroccidental del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, considerado por el Estado como un territorio de alto valor ecológico. Además, el núcleo presenta continuidad espacial con otras áreas donde la deforestación sigue activa, como el sur del Yarí y el Bajo Caguán, lo que indica que no se trata de un punto aislado, sino de un frente más amplio de pérdida de bosque.
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Según el análisis, la principal causa de la deforestación en esta zona sigue siendo la conversión de bosques en pastizales, un proceso asociado al acaparamiento de tierras y a la expansión de prácticas de ganadería extensiva no sostenible. Este cambio en el uso del suelo se ve impulsado por la expansión de infraestructura de transporte no planificada, que conecta áreas desde el río Caguán hasta el extremo occidental del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete.
El núcleo 2 de deforestación identificado para el periodo analizado se concentra en el municipio de Calamar, en el departamento de Guaviare, y preocupa por su ubicación. Según el Ideam, las Detecciones Tempranas de Deforestación se registran en zonas de alta importancia ecológica y cultural, tanto en las inmediaciones como al interior del Resguardo Indígena Pijao, Tucano y Piratapuyo Llanos del Yarí–Yaguará II, así como dentro del Parque Serranía de Chiribiquete.
El reporte resalta una dinámica crítica en el norte del resguardo indígena, donde las alertas de deforestación “comprometen puntualmente el sector noroccidental del Parque Nacional Natural”. Entre los factores que explican esta situación, el informe señala el papel de la infraestructura de transporte no planificada. En particular, menciona la apertura de vías que parten desde la Marginal de la Selva y que se adentran en el extremo noroccidental del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, así como un acceso terrestre que atraviesa el límite norte del resguardo Llanos del Yarí–Yaguará II. Estas vías, según el análisis, dinamizan el proceso de conversión del bosque natural en pastos.
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El núcleo 3 de alertas de deforestación para el tercer trimestre de 2025 se concentra principalmente en el municipio de Puerto Caicedo, en Putumayo. De acuerdo con el informe, el área afectada abarca varias veredas, entre ellas Campo Alegre, Alpes Orientales, La Floresta, Alto Coqueto, Independencia, Arizona y Brisas del Río, aunque la mayor concentración de alertas se registra en los sectores de Los Alpes, Cauquita y El Píldoro. Las detecciones no solo comprometen estas zonas rurales, sino que también afectan la jurisdicción del resguardo indígena Páez de Santa Rosa Juanambú y se conectan con el núcleo activo de deforestación de Puerto Guzmán, lo que refuerza la idea de un frente regional de pérdida de bosque.
A diferencia de otros núcleos, el informe identifica como principal causa de la deforestación en esta zona la expansión de los cultivos de uso ilícito. A este fenómeno se suma la praderización, es decir, la conversión de áreas previamente deforestadas en pastos, con el objetivo de expandir la ganadería.
Finalmente, el el núcleo 4 de deforestación se ubica en el municipio de Puerto Guzmán, en Putumayo, donde las Detecciones Tempranas de Deforestación afectan de manera directa las veredas Las Perlas, Villa Fátima y Buenos Aires. Según el informe, la pérdida de bosque se proyecta hacia el oriente, alcanzando el Área Forestal Yurilla y la cuenca del río El Águila Mecaya. El documento advierte que la tendencia de deforestación afecta al Resguardo Indígena Inga Villa Catalina de Puerto Rosario, lo que añade una dimensión social y cultural al problema ambiental.
La principal causa de la deforestación en esta zona es la praderización, es decir, la transformación del bosque en pastizales con fines de expansión de la ganadería extensiva y acaparamiento de tierras. Este proceso, señala el informe, se ve impulsado por la expansión de infraestructura de transporte no planificada, que conecta estas áreas con el río Caquetá, facilitando el acceso y la transformación del territorio. Otras actividades, como la extracción de madera (tala ilegal) y los cultivos de uso ilícito, también están presentes, aunque con una afectación menor.
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