Publicidad

El mapa de los ritmos de la Tierra: los ciclos de las plantas no siguen un mismo calendario

Un estudio global revela que los “relojes” de plantas y animales varían según la región, el clima y ecosistema, afectando biodiversidad y reproducción.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
06 de septiembre de 2025 - 08:45 p. m.
En el nuevo estudio, los investigadores usaron satélites para observar la Tierra desde el espacio y mapear estos patrones en todo el mundo.
En el nuevo estudio, los investigadores usaron satélites para observar la Tierra desde el espacio y mapear estos patrones en todo el mundo.
Foto: Pixabay
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Cuando pensamos en las estaciones (invierno, primavera, verano, otoño), damos por sentado su comportamiento. Sabemos que la primavera trae flores y el verano calor, por ejemplo, y que esto se repite todos los años. Sin embargo, esa noción parece muy simple para la realidad.

Las plantas no crecen y se desarrollan siempre de la misma manera durante el año. Cada especie tiene su propio ritmo de crecimiento, que depende de la estación, la cantidad de sol, agua y temperatura. A esto se le llama fenología estacional: básicamente, es “el calendario de vida” de las plantas. Por ejemplo, algunas plantas florecen en primavera, otras en verano; algunas hojas caen en otoño y otras no. Cuando se mira cómo estos ritmos cambian de un lugar a otro en el mundo, los científicos hablan de la fenología de la superficie terrestre (o LSP).

Puede ver: Corte Constitucional avala ley que prohíbe corridas de toros y peleas de gallos

La fenología de la superficie terrestre nos da pistas sobre muchas cosas: cómo funcionan los ecosistemas, cómo las plantas se adaptan al clima, cómo cambian los paisajes según la vegetación y hasta cómo evolucionan las especies en diferentes regiones. Pero hasta ahora, estudiar esto a nivel global ha sido complicado. Los métodos antiguos no lograban captar todos los patrones: especialmente los más sutiles y complejos, como los que ocurren en desiertos o selvas tropicales, donde el crecimiento de las plantas no sigue un calendario tan obvio.

En un nuevo estudio publicado en Nature, los investigadores usaron satélites para observar la Tierra desde el espacio y mapear estos patrones en todo el mundo. Con esos datos, hicieron varias cosas: encontraron que lugares con climas parecidos, aunque estén en continentes distintos, tienen patrones de crecimiento similares. Pero también notaron diferencias locales, causadas por cosas como la altitud, la disponibilidad de agua o la densidad de vegetación.

También analizaron la asincronía fenológica: esto significa que diferentes especies o poblaciones no crecen al mismo ritmo. Descubrieron que hay lugares donde esto ocurre mucho, como montañas tropicales o zonas con clima mediterráneo. Incluso dentro de climas parecidos en los trópicos, algunas plantas se desarrollan antes o después que otras.

Finalmente, relacionaron la fenología con otras cosas. El mapa global que hicieron permite predecir cambios importantes, como cuándo florecen ciertas plantas, cómo se distribuyen genéticamente las especies y hasta cuándo se cosechan cultivos en distintas partes del mundo.

¿Qué encontraron?

Aunque muchas personas piensan que los ciclos de vida de plantas y animales son iguales en todas partes, la realidad es que cada región tiene su propio “reloj natural”.

Video Thumbnail

La floración, la reproducción o la disponibilidad de recursos pueden ocurrir en momentos distintos según el clima, la geografía y el tipo de ecosistema. Cuando poblaciones de la misma especie están fuera de sincronía entre sí, se produce algo llamado alocronía por alopatría, un fenómeno que puede afectar desde la reproducción hasta la diversidad genética y, con el tiempo, incluso la aparición de nuevas especies.

Un patrón sorprendente se observa en las cinco regiones mediterráneas del planeta —California, Chile central, Sudáfrica suroccidental, sur de Australia y el Mediterráneo— donde los inviernos son suaves y húmedos y los veranos calurosos y secos. Allí, los ciclos de crecimiento vegetal muestran un “doble pico”, distinto de las tierras áridas vecinas, lo que genera asincronía estacional. Este fenómeno también ocurre en montañas tropicales, donde la topografía y la variabilidad de la lluvia crean microclimas que alteran los tiempos de floración y reproducción.

Puede ver: Gobierno anuncia medidas frente a planta invasora en Ciénaga Grande de Santa Marta

Los hallazgos de la nueva investigación muestran que, incluso en lugares con climas similares, pueden existir grandes diferencias en los tiempos de floración y reproducción, explicando por qué algunas especies no se cruzan aunque vivan relativamente cerca. Muchos de estos puntos críticos de asincronía coinciden con zonas de alta biodiversidad y especies endémicas, como montañas tropicales, regiones mediterráneas y humedales.

Esta información, creen los autores del estudio, es clave para predecir cómo los cambios climáticos y eventos extremos pueden alterar los ciclos naturales, afectando la disponibilidad de recursos y las interacciones entre especies. En pocas palabras, entender los “relojes” de la naturaleza nos ayuda a comprender cómo funciona la vida en la Tierra y cómo protegerla.

🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.