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El próximo mes, durante el Tercer Encuentro por el Agua convocado por El Espectador, WWF e Isagén, el país volverá a debatir la importancia de avanzar en la gobernanza de este recurso a nivel nacional.
Por eso, previo al evento, varios representantes de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), de las secretarías de Ambiente y de acueductos municipales dialogaron sobre las propuestas en el manejo del recurso hídrico que deberán ser incluidas en el próximo Plan Nacional de Desarrollo. Todos coincidieron en una cosa: es necesario fortalecer la capacidad institucional y local de las entidades territoriales.
Luis Manuel Medina, director de Corpoguajira, explicó que su departamento es el más vulnerable al cambio climático, pues no cuenta con fuentes hídricas superficiales que permitan el abastecimiento, pero sí con aguas subterráneas y jagüeyes. “Hay agua, lo que hacen falta son investigaciones y estudios” dijo.
Vale recordar que en los últimos meses este departamento ha pasado por una de sus peores crisis de desabastecimiento hídrico y en algunas áreas de la Alta Guajira, donde no llueve hace más de dos años, la situación para las rancherías indígenas, que dependen del agua que les llega en carro tanques, ha resultado crítica.
Fernando Castro, director de Cortolima, resaltó la importancia de conocer y mapear los recursos hídricos de la región para lograr gestionarlos de la mejor manera. Según él, deben crearse proyectos vinculados a universidades y ONG para que no solo queden documentos de estudio con recomendaciones, sino que nazcan proyectos claros que permitan ejecutarlas.
Además de las investigaciones, hace falta integrar a las corporaciones y acercarlas a los ciudadanos para que hagan parte de la gestión ambiental. Así lo dijo Néstor Franco, secretario general de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). Más allá de lograr una gerencia estratégica en las cuencas por parte de las instituciones ambientales, es urgente cambiar la lógica ciudadana en el trámite ambiental para que lo vean como algo posible y no inalcanzable. “El sistema ambiental somos todos”, complementó el subdirector jurídico de la CAR, César A. Rincón.
Franco subrayó como un ejemplo de gobernanza del agua el fallo sobre el río Bogotá en donde más de 70 actores están involucrados con 130 órdenes que deben ser cumplidas por todos. “Este es un fallo que marca una línea frente a la gobernanza del agua de las corporaciones autónomas y la gestión ambiental. El río Bogotá debe ser un capítulo importante en el Plan Nacional de Desarrollo, al ser una cuenca que representa el corazón de nuestro país y tiene una fuerte incidencia sobre la recuperación del río Magdalena”.
Este fallo nos obliga a pensar en el ordenamiento del territorio a partir de sus cuencas. Un ejercicio que se ha echado en saco roto en el país, según Sandra Esguerra, directora de gestión ambiental de la Secretaría de Ambiente. Para ella, “el fallo ratifica la importancia en la conectividad de los servicios ecosistémicos”. Por eso, destacó la importancia de que el próximo Plan Nacional de Desarrollo incluya una visión de ciudad: la recuperación de espacios de agua en entornos urbanos y el reconocimiento de las áreas protegidas urbanas.
¿Será que la solución para avanzar en gobernanza es la creación de una agencia que administre y gestione el recurso? Líderes de las autoridades ambientales, como Ludwing Stunkelg, gerente del acueducto de Bucaramanga, creen que no. Que una propuesta como esta solo le sumaría más burocracia al tema.
“La gobernanza del agua sólo cobra sentido cuando se habla desde lo local y regional”, concluyó Luis Fernando Rico, gerente de Isagén, compañía que ha liderado en los últimos años importantes conversaciones sobre el cuidado y aprovechamiento del recurso hídrico.
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@mapatilla