Polar Bears International es una organización que lleva más de tres décadas dedicada a la conservación de los osos polares (Ursus maritimus). Desde que nació, en 1992, ha creado un equipo de conservacionistas, de científicos y voluntarios que se han unido con el objetivo de proteger a esta especie que vive, señalan, en un frágil ecosistema, amenazado por el cambio climático.
Cada tanto, Polar Bears International publica comunicados sobre nuevos hallazgos que están haciendo sus investigadores. Uno de los últimos, que anunciaron el miércoles en su cuenta de Instagram, fue un sorpresivo descubrimiento que reveló Alysa McCall, directora de Conservación de la organización.
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Tras rastrear a una osa que catalogada como X33991, se percataron de que había “adoptado” a un osezno que no era de ella. Aparentemente, dice, era de una madre más joven.
Los científicos se dieron cuenta de ese particular hecho porque cuando le habían puesto un collar que les permite saber cuáles son sus movimientos, tan solo tenía una cría. Pero, ahora, apareció con dos de la misma edad: tienen entre 10 y 11 meses.
“Creemos que si un cachorro está llorando en la costa y ha perdido a su madre, estas hembras no pueden evitar acogerlo y cuidarlo. Es un comportamiento realmente curioso y un aspecto interesante de la historia de vida del oso polar”, le explicó al diario británico The Guardian, Evan Richardson, investigador de Environment and Climate Change Canada.
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La observación fue hecha en Bahía de Hudson, en el noreste de Canadá, un lugar que, quienes estudian osos polares, han documentado bien. De los más de 4.000 ejemplares que han observado, esta adopción, señalan desde Polar Bears International, es la decimotercera registrada.
Según le dijo McCall a The Guardian, “las adopciones de osos polares son muy raras e inusuales y no sabemos por qué ocurren”.
Aunque los integrantes de la organización no tienen muchas esperanzas en encontrar a la madre biológica del osezno, aseguran que tomarán muestras genéticas para analizar si corresponde a alguna hembra que tengan registrada en su base de datos.
Tal y como se lee en la publicación que hicieron en Instagram, X33991 y sus dos cachorros hacen parte ahora de una investigación que les está ayudando a entender mucho más a los osos polares y sus necesidades.
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