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Flamencos, loros, tucanes y guacamayas presos en Piedecuesta, Santander

Estas exóticas aves que se mantenían en manos de finqueros fueron entregadas al Grupo de Fauna y Flora de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB).

Redacción Medioambiente
11 de febrero de 2016 - 09:03 p. m.
Éstos son los flamencos que tendrá que cuidar la Corporación Autónoma Ambiental de Bucaramanga mientras pasan su periodo de cuarentena y son reubicados en un zoologico. / Cortesía ASOCARS
Éstos son los flamencos que tendrá que cuidar la Corporación Autónoma Ambiental de Bucaramanga mientras pasan su periodo de cuarentena y son reubicados en un zoologico. / Cortesía ASOCARS

Desde hace cuatro años, cuatro flamencos rosados están por fuera de su casa. Permanecían en poder de un finquero que los mantenía en una parcela en Piedecuesta, Santander. De manera voluntaria fueron entregados al Grupo de Fauna y Flora de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB).

Tres guacamayas, dos loros y dos tucanes que también estaban presos en una parcela en el sector rural de Piedecuesta, fueron entregados. Los animales permanecían en poder de una mujer que los mantuvo bajo su cuidado durante varios años.

En el marco de la campaña “Tu casa no es mi casa, déjame en libertad” fueron entregados a la autoridad ambiental un total de 11 aves silvestres. Según explicó la Corporación en su comunicado, los flamencos están comiendo truchina pigmento 40 que aporta proteínas y pigmento para mantener su coloración rosada.

Los expertos que los han valorado han dicho que los animales deberán permanecer en cuarentena y después serán dispuestos en un zoológico, como lo dicta la ley. No obstante, por el tiempo que duraron en cautiverio, los flamencos requieren de un programa de rehabilitación para ser liberados, el cual todavía no se ha implementado en el país.

Por su parte, las guacamayas, loros y tucanes que también fueron entregados, luego de que transcurra el tiempo de la cuarentena, podrían ser trasladados al aviario que está ubicado en el Jardín Botánico Eloy Valenzuela.

Esta medida obedece a que las aves, gracias al tiempo que permanecieron en cautiverio, perdieron su capacidad de adaptarse al entorno. Como explicaron los veterinarios del Centro de Atención y Valoración de Fauna de la Corporación, los cuatro flamencos están alimentándose con zanahoria y remolacha rallada, que contribuyen con el fortalecimiento de su nutrición.

Los flamencos rosados son aves silvestres que no deben estar en fincas, porque entre otros aspectos, están en peligro de extinción de acuerdo con la Resolución 192 de 2014. De hecho, el famoso Santuario de Fauna y Flora que se localiza entre el Mar Caribe y el bosque seco de La Guajira cuenta con muy pocos de estos individuos espigados. Esa nube rosada que solía cubrir ese lugar se fue evaporando poco a poco. De 12.000 especímenes pasaron a 800 hace dos años.

Por Redacción Medioambiente

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