Fracking podría estar relacionado con nacimiento de bebés con bajo peso

Estudio de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, analizó más de un millón de certificados de nacimiento en Pensilvania, uno de los estados donde más se usa esta técnica. Encontraron que los bebés que nacieron a menos de un kilómetro de los pozos tienen 25% más probabilidad de sufrir este problema.

Redacción Medio ambiente
19 de diciembre de 2017 - 11:47 p. m.
Los efectos del "fracking" alcanzarían a impactar a recién nacidos hasta a tres kilómetros a la redonda.  / Pixabay
Los efectos del "fracking" alcanzarían a impactar a recién nacidos hasta a tres kilómetros a la redonda. / Pixabay

Desde que Estados Unidos empezó a utilizar el fracking y a romper récords extrayendo petróleo son varios los estudios científicos que han tratado de advertir que este método no es tan beneficioso ambientalmente. Se trata de una técnica que busca extraer petróleo o gas de piedras supremamente compactas y que se encuentran a kilómetros de profundidad, por lo que, para romperlas, es necesario inyectar en el subsuelo una gran cantidad de agua mezclada con químicos a presión. El proceso, han advertido algunos científicos, podría tener relación con los famosos “ríos de fuego”, con el aumento de sismicidad y, curiosamente, con bebés que nacen con menos peso.

Este último efecto secundario del fracking es algo, de por sí inusual, que ya habían empezado a explorar algunas investigaciones científicas. Sin embargo, las muestras no eran lo suficientemente grandes como para ser concluyentes.

Es por esto que economistas de salud de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, se pusieron la misión de comprobar “si el mito era cierto”. Para esto el equipo examinó los certificados de nacimiento de 1.1 millones de bebés que nacieron en Pensilvania, Estados Unidos, entre el 2004 y el 2013. Justo el periodo en el que se perforaron miles de pozos en el estado de Pensilvania, que hoy llega a los 10.000. (Lea también: ¿“Fracking” en Colombia en cinco años?)

Con los certificados de nacimiento en mano, los economistas tenían acceso a datos como el peso, meses de gestación en el que nacieron, si tenían algún problema de nacimiento u otra condición anormal. Luego cruzaron esa información con los mapas de pozos en Pensilvania, marcando puntualmente tres círculos concéntricos alrededor de cada pozo: uno a un kilómetro, otro dos y, finalmente, uno a tres.

Así encontraron que los niños nacidos a menos un kilómetro de los pozos de fracking tienen 25% más probabilidad de nacer bajos de peso - con menos de 2500 gramos. Igualmente, los bebés nacidos dentro de este primer círculo mostraron puntajes significativamente más bajos en el índice de salud mental.

Mientras, los bebés nacidos dentro del segundo y tercer círculo, entre los dos y tres kilómetros, reportaban ser más pequeños y menos sanos que los que vivían más lejos de los pozos, aunque la diferencia no fue tan drástica como los del primer círculo. 

Cabe aclarar que para evitar que el estudio terminara viciado, los investigadores descartaron incluir toda la información de bebés nacidos en áreas como Pittsburgh y Filadelfia, ya que su estatus socioeconómico los hace más propensos a tener tasas más altas de recién nacidos con bajo peso.

Además, para asegurarse de tener datos más fuertes, también compararon hermanos que vivieran cerca de los pozos: unos que hubieran nacido antes de que el fenómeno del fracking iniciara y otros que lo hicieron después. Según explica la revista Science, aunque el tamaño de esta segunda muestra era demasiado pequeño – sólo fue de 594 niños expuestos al fracking – sí mostró que los bebés que nacieron después del “boom” petrolero eran más pequeños y menos sanos.

Según explicó Janet Currie, autora del estudio, a la revista Science, entrar a saber puntualmente qué aspecto puede estar causando el bajo peso aún es muy difícil. Sin embargo, ella, quien se ha especializado en la polución del aire y su relación con la salud, cree que la pista podría estar en la contaminación del aire: ya sea debido a la polución que generan los químicos utilizados en el fracking o por la polución al tráfico e industrialización que traen estos pozos petroleros.

No obstante, lo concluyente del estudio ha sido cuestionado por algunos sectores. Por ejemplo, Erica Clyton Wright, vocera del Marcellus Shale Coalition, una compañía enfocada en la producción de gas natural limpio, explicó a Science que el estudio no incluye otros aspectos cruciales y relacionados con el bajo peso como las madres que fuman o toman alcohol.

 

 

Por Redacción Medio ambiente

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar