La salud humana es una de las principales víctimas del plástico. Esto se debe a que los consumidores están expuestos a cada etapa de la cadena de suministro de este material y a su ciclo de vida. Esa realidad, según un último análisis del Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), es una alerta para tomar medidas inmediatas contra la crisis de la contaminación plástica. (Lea: El plástico de la canasta básica colombiana tardará más de mil años en degradarse)
El problema, desde su raíz, se remonta a la extracción de materias primas fósiles que permiten la formación del plástico. Sin contar con que, tras extraer lo necesario, esos ingredientes son transportados haciendo que una variedad de sustancias tóxicas se libreren a la atmósfera, afectando así tanto el aire como el agua. En resumen, las párticulas que expulsan son algunas de las responsables de enfermedades como el cáncer, la neurotoxicidad, la toxicidad reproductiva y del desarrollo y el deterioro del sistema inmunológico.
Eso no es todo. De acuerdo con los expertos, los productos de consumo y embalaje pueden provocar en los humanos ingestión, inhalación de partículas microplásticas y otro sinfín de sustancias tóxicas. Mientras que, en el momento de desechar estos productos, al incinerarlos se libera plomo, mercurio, gases ácidos y otras partículas que hacen parte de sus ingredientes. Esto es un dañino cóctel para personas y comunidades expuestas.
Esa mezcla de sustancias, sugiere la ciencia, entra al cuerpo humano produciendo impactos como inflamación, genotoxicidad, estrés oxidativo, apoptosis y necrosis. Todas relacionadas con deteriodos de la salud. Es por eso que la organización ambiental Greenpeace se pronunció al respecto a través del Líder del Proyecto Global de Plásticos Internacional, Graham Forbes.
“Los riesgos para la salud por la crisis de la contaminación plástica han sido ignorados por mucho tiempo y deben estar a la cabeza de todas las decisiones sobre el avance de los plásticos. Las corporaciones y los gobiernos están arriesgando nuestra salud para mantener el status quo y mantener su flujo de ganancias” sostuvo Forbes.
A su anuncio se suma el de Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia, quien afirmó que "si bien todavía hay mucho que aprender sobre todos los impactos de los plásticos en la salud humana, este informe confirma que la amenaza es mucho más seria de lo que pensábamos. Por eso es urgente una actitud mucha más decidida por parte del ministro de Ambiente para que regule y ponga freno a los plásticos de un solo uso que no solo están inundando las costas del país, sino que se han convertido en un peligro real para la salud de las personas".