El Gobierno Nacional, representado por la ministra (e) de Ambiente, Irene Vélez, y el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, e ISA, empresa de energía controlada por Ecopetrol, inauguraron este viernes la línea de interconexión Cuestecitas–Copey–Fundación (500/220 kilovoltios), una obra clave para la transición energética del país.
La obra, ubicada entre los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena, permitirá conectar la energía generada a partir de fuentes no convencionales (como la solar y la eólica) con el Sistema Interconectado Nacional.
Con una inversión de USD 147 millones, la infraestructura consta de 270 kilómetros de líneas de transmisión, así como la ampliación de tres subestaciones que fortalecen la red eléctrica de norte del país. De esta manera, agregaron desde ISA, se podrá evacuar la energía renovable que se genere en La Guajira.
La ministra (e) de Ambiente, quien también es la directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) —entidad encargada de aprobar el componente ambiental de las obras como la recién inaugurada—, aseguró que “le apostamos todo a la transición energética justa, hoy por hoy, desde el sector ambiental, porque estamos convencidos de que es conciliable la transición energética y el desarrollo de estos proyectos de infraestructura energética con el cuidado de la naturaleza”.
Por su parte, el ministro de Minas y Energía, destacó que la infraestructura es un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre el sector público y el privado, que “permite resolver desafíos y avanzar hacia un sistema más justo, confiable y sostenible”.
“Esta interconexión representa mucho más que un proyecto de infraestructura: es un hito en la transformación energética de Colombia. Nos llena de orgullo entregar una obra que hace nuestro sistema eléctrico más resiliente, limpio y justo”, agregó Jorge Andrés Carrillo, Presidente de ISA.
Como contamos en esta nota hace un par de meses, hoy, en Colombia se producen 2.376 megavatios (mW) a partir de fuentes renovables no convencionales, como el sol y el viento, que ya están conectados al sistema eléctrico y representan más del 10 % de toda la capacidad del país. Para que se haga una idea, esto es suficiente para darles energía a dos ciudades como Cali y Barranquilla, que suman más de 3,5 millones de habitantes.
Aunque las cifras publicadas por SER Colombia—gremio que reúne a las empresas de energías renovables en el país—, dan un parte positivo, pues significa que el país ha incrementado 10 veces la capacidad de energías renovables que tenía en 2022, el balance es agridulce, pues las proyecciones del gremio indican que el país se quedará lejos de lograr los 6.000 mW en lo que resta de Gobierno.
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