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La carrera que sembrará 30.000 árboles

El pasado domingo se llevó a cabo la primera Carrera Verde en Colombia. Más de 5 mil aficionados recorrieron 10 kilómetros por el cuidado del medio ambiente en el Parque Simón Bolívar de Bogotá.

Redacción Vivir
26 de febrero de 2015 - 03:57 a. m.
Por cada participante inscrito se plantarán seis árboles. El 80% de ellos se sembrarán en reservas a perpetuidad y el 20% restante en la ciudad de Bogotá. /Óscar Pérez
Por cada participante inscrito se plantarán seis árboles. El 80% de ellos se sembrarán en reservas a perpetuidad y el 20% restante en la ciudad de Bogotá. /Óscar Pérez

Cada año se pierden 5,2 millones de hectáreas de bosque en el mundo. Esto equivale a talar un campo de fútbol repleto de árboles cada segundo. La cifra, sin duda, es alarmante, casi inimaginable. Los bosques nos proveen de bienes y servicios que son claves para nuestra subsistencia. Son, además, los mejores aliados frente a la lucha contra el calentamiento global, pues capturan carbono, uno de los gases de efecto invernadero que, liberado en la atmósfera, provocan el aumento de la temperatura global.

La Carrera Verde fue una iniciativa de la Fundación Natura con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos y buscó conjugar el deporte y la conciencia por los bosques. Comenzó en 2009 en Monterrey, México, luego se realizó en Managua, Nicaragua, y ahora llegó a Bogotá.

Para Laura Lochman, consejera económica de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, “Colombia se constituyó como un socio lógico en cuestiones medioambientales”. William Cobb, coordinador de la carrera, aseguró que este tema seguirá demandando la atención conjunta de los países porque “los esfuerzos para contrarrestar los cambios del clima no son locales, ni regionales, sino globales”.

La meta inicial de sembrar tres árboles por cada corredor inscrito se duplicó, y gracias a la ayuda del Jardín Botánico serán seis árboles por participante, para un total de 30.000 árboles.

De ellos, 25.000 se sembrarán en reservas a perpetuidad, como la Reserva Biológica de Encenillo, en el municipio de Guasca, Cundinamarca, y la Reserva Forestal del Norte, también llamada Thomas Van Der Hammen, que se extiende desde los cerros orientales hasta el límite del río Bogotá, entre Usaquén y Suba. Los 5.000 árboles restantes serán plantados en la ciudad.

El director del Jardín Botánico de Bogotá, Luis Olmedo Martínez, explicó que se sembrarán bajo dos estrategias: la de arbolado urbano en zonas de uso público (andenes, separadores y parques), y la de restauración ecológica. La primera contempla especies nativas y exóticas y la segunda especies nativas, pioneras y de sucesión ecológica, como cedros y robles.

“Existen más de 100 especies que pueden sembrarse bajo los dos criterios. La restauración ecológica busca restituir una dinámica en la calidad de suelo, en la conectividad y en la sucesión ecológica, que es el paso máximo de restauración en la cual un bosque, que está degradado o perdido, adquiere, de manera natural su dinámica propia. Mientras que el arbolado urbano tiene criterios como altura máxima de árboles que no dañen el electrificado, no muchas raíces que levanten el pavimento o especies que sean más resistentes a la contaminación”, aclaró Martínez.

La idea de la carrera consiste en restaurar ecológicamente un bosque. Esto significa tratar de volver a construirlo tal como era antes de que fuera destruido o degradado. De hecho, el 65% de las tierras que han sido deforestadas y eran bosque seco presentan desertificación. Es decir, son tierras dañadas cuya producción agrícola o ganadera se vuelve insostenible. Entonces la gestión sostenible de los bosques puede invertir los efectos de la degradación de la tierra y de la deforestación mediante la siembra de especies nativas que permiten recuperar la biodiversidad.

Pero el objetivo no es restaurar por restaurar. De acuerdo con Elsa Matilde Escobar, directora de la Fundación Natura, “nuestro objetivo es concientizar a la gente. Queremos que las personas que no están en el día a día en cuestiones ambientales les den importancia a los bosques”.

Escobar sostiene que en nuestro país tenemos la más alta tasa de deforestación y de menor restauración ecológica. Por su parte, el director del Jardín Botánico reiteró que “les hemos planteado a los competidores la necesidad de pasar a la acción. No sólo correr, sino promover que se siembren árboles”.

La carrera contó con el apoyo de Caracol TV, Blu Radio y la campaña BiBo de El Espectador, que desde hace cuatro años se ha comprometido a despertar conciencia sobre el cuidado de los bosques. También fue respaldada por Isagén, Seguros Bolívar, el Banco de Bogotá, la Cámara de Comercio de Bogotá, Semana Sostenible, Fundación Bavaria, Mineros, Claro, Gimnasio La Fontana, Chevron, Colsubsidio, Amway, Marketing News y Cine Colombia.

Después del éxito que tuvo la carrera, la meta es que para 2017 la inscripción se duplique a 10.000 corredores. Por ahora la siembra tendrá lugar a partir del 21 de marzo, cada fin de semana y durante 10 semanas. Así, poco a poco, la meta será ganarle la carrera a la deforestación.

Por Redacción Vivir

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