“Ellos” nacieron en una zona protegida de Barnstable, Massachusetts, en el noroeste de Estados Unidos. Tienen dos cabezas y seis piernas. Comparten algunas partes de su cuerpo, por supuesto, pero otras son independientes, es decir, obedecen por aparte a cada cabeza. Son una rareza que ahora está siendo cuidada y estudiada en el Birdsey Cape Wildlife Center de Massachusetts.
Es una tortuga espalda de diamante muy especial. Vive con una condición llamada bicefalia, una anomalía que, según los investigadores que ahora la cuidan, puede ser producida por factores genéticos o ambientales que influyen en el proceso de desarrollo como embrión. La vida de estos animales en escenarios naturales suele ser corta y no de muy buena calidad, pero este caso no va en esa vía, al menos por ahora.
“Llevan poco más de dos semanas a nuestro cuidado y siguen siendo brillantes y activos. Comen, nadan y ganan peso cada día. Es imposible entrar en la cabeza de estos dos, pero parece que trabajan juntos para navegar por su entorno”, publicó en su página de Facebook el centro, dedicado al cuidado veterinario y a la protección y educación de la fauna silvestre.
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No es posible pronosticar aún si podrán sobrevivir, pero hasta ahora han sorprendido a sus cuidadores. Las primeras radiografías revelaron que tienen dos espinas dorsales que se fusionan, que se mueven y nadan coordinados incluso en aguas profundas, que saben cuándo deben salir a la superficie y respirar, y todo lo hacen pese a que cada cabeza maneja tres de las seis piernas.
“Todavía hay mucho que aprender sobre ellos y nuestro próximo paso es intentar hacerles un TAC cuando sean un poco más grandes, lo que proporcionaría más información sobre las estructuras internas que comparten”, aclaró el centro, “nos tomamos este caso día a día”.