Publicidad

Las aves del mundo podrían emitir el mismo sonido y expertos creen saber por qué

Un nuevo estudio, publicado en Nature Ecology, revela que aves separadas por miles de kilómetros y millones de años de evolución comparten un mismo sonido aprendido para alertar sobre un enemigo común.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
07 de octubre de 2025 - 01:57 a. m.
Imagen de referencia. El sonido (un quejido corto y repetitivo, descrito por los científicos como un “gimoteo”) fue registrado en más de 20 especies distintas distribuidas en cuatro continentes. EFE/Carlos Lemos
Imagen de referencia. El sonido (un quejido corto y repetitivo, descrito por los científicos como un “gimoteo”) fue registrado en más de 20 especies distintas distribuidas en cuatro continentes. EFE/Carlos Lemos
Foto: EFE - Carlos Lemos
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

A simple vista, nada conecta a un ave australiana con otra que anida en los bosques de China o en una sabana africana. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature Ecology and Evolution acaba de demostrar que todas ellas emiten un sonido casi idéntico cuando detectan un peligro: la presencia de un ave parásita que intenta poner un huevo en su nido.

El fenómeno, descubierto por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Cornell y la Estación Biológica de Doñana, es más que una curiosidad. Representa el primer caso conocido de una vocalización animal aprendida a partir de una respuesta innata compartida por múltiples especies.

El sonido (un quejido corto y repetitivo, descrito por los científicos como un “gimoteo”) fue registrado en más de 20 especies distintas distribuidas en cuatro continentes. Todas lo utilizan para alertar a otras aves de la presencia de un “enemigo” que podría parasitar su nido.

El parasitismo de cría, típico de especies como el cuco, consiste en depositar huevos en el nido de otra ave para que ésta los empolle y alimente a las crías, a menudo a costa de sus propios polluelos. Detectar al intruso antes de que deposite el huevo es, por tanto, una cuestión de supervivencia.

Lo más intrigante es que estas especies nunca han tenido contacto entre sí. ¿Cómo es posible, entonces, que produzcan la misma señal de advertencia? La respuesta, explican los autores, está en un proceso que llaman transmisión social: las aves aprenden a asociar el sonido con el peligro observando la reacción de otras.

“Cuando una ave oye el llamado de advertencia, sale a investigar. Es entonces cuando empieza a absorber las señales del entorno y aprende cuándo debe producir ese mismo sonido”, explicó James Kennerley, investigador del Laboratorio de Ornitología de Cornell.

El resultado, añade el coautor William Feeney, de la Estación Biológica de Doñana, es un caso único de comunicación híbrida: “Este llamado representa un punto intermedio entre las vocalizaciones instintivas que solemos observar en los animales y las unidades completamente aprendidas, como las palabras humanas”.

La investigación sugiere que en zonas con mayor presencia de parásitos de cría, donde las aves deben cooperar para defender sus nidos, esta señal aprendida se ha extendido como un lenguaje compartido entre especies.

El hallazgo no solo amplía lo que sabemos sobre la evolución del comportamiento animal. También plantea una idea fascinante: que la frontera entre la comunicación animal y el lenguaje humano podría ser mucho más difusa de lo que pensamos.

🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.