Una reciente investigación de Corporate Accountability se dio a la tarea de analizar y estudiar los compromisos climáticos de la empresa de combustibles fósiles Chevron, la segunda más grande de este tipo en Estados Unidos, para determinar si estaba haciendo una compensación efectiva de sus grandes cantidades de gases de efecto invernadero. (Lea: Las energías renovables también impactan la biodiversidad)
El estudio, publicado por The Guardian, sugirió que las compensaciones de carbono de la empresa eran “basura” y que las tecnologías que estaban empleando para ella eran “inviables”. Además, señaló que en algunos casos pueden estar causando daño a las comunidades.
Uno de los compromisos comunicados por la empresa, que también opera en Canadá, Brasil, Reino Unido, Nigeria y Australia, es lograr cero emisiones netas en 2050. Para conseguirlo, una de las estrategias que había empleado era la de la compra de bonos de carbono, que, en palabras más sencillas, son aquellos por medio de lo que se invierte en proyectos ambientales destinados a “absorber” emisiones de gases asociados al cambio climático.
Sin embargo, la reciente información encontró que “el 93 % de las compensaciones que Chevron compró y contó para sus objetivos climáticos de los mercados voluntarios de carbono entre 2020 y 2022 eran demasiado problemáticas para el medio ambiente como para ser clasificadas como algo que no sea sin valor o basura”, anotó el documento. Las compras de compensación de Chevron, añadió el documento, se centran en bosques, plantaciones o grandes represas.
En el caso de la empresa, “cerca de la mitad de las compensaciones sin valor de Chevron también están vinculadas a supuestos daños sociales y ambientales, principalmente en comunidades del sur global que también suelen ser las más afectadas por la crisis climática”, apuntaron los expertos en la investigación.
En mayo de 2023, por ejemplo, Chevron anunció el proyecto “Arrecifes de Energía”, el cual realizará de la mano de Corales de Paz y tendrá como propósito fortalecer la investigación y monitoreo participativo de los arrecifes coralinos en Colombia.
En ese entonces, Tyler Kruzich, en rueda de prensa, sostuvo que una de las metas de la empresa era trabajar en temas de sostenibilidad y proveer energía segura y confiable “con bajas emisiones de carbono. De los USD10 billones que invertimos hasta 2028 para operaciones, USD2 billones se destinan a bajar o capturar emisiones en operaciones y la cadena de valor. Además, hay USD8 billones para nuevos negocios de bajo carbono como combustibles renovables”.
De acuerdo con el medio británico, “las emisiones proyectadas de Chevron entre 2022 y 2025 son equivalentes a las emisiones de 364 centrales eléctricas de carbón anualmente”. (Puede leer: Denuncian incumplimientos de la licencia ambiental de la hidroeléctrica El Quimbo)
En respuesta a esta información, Alejandro Riveros, gerente de Asuntos Corporativos Chevron Colombia, comentó: “Lamentamos que el informe citado esté sesgado en contra de la industria energética y muestre una imagen incompleta de los esfuerzos de Chevron para promover un futuro con menos carbono”. Riveros añadió que la empresa “apoya las compensaciones como parte de ese esfuerzo y las considera un importante enfoque basado en el mercado para lograr reducciones eficientes de carbono”.
¿Qué dice el informe?
El informe toca tres puntos clave. El primero es que la empresa depende, en su mayoría, de esta modalidad de compensación, los créditos de carbono para compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero. El informe encontró que “casi todas las compensaciones de carbono que Chevron compró y contó para sus objetivos climáticos tenían baja integridad ambiental”.
Además, entre los otros proyectos de compensación de la empresa están las plantaciones a gran escala y las grandes represas hidroeléctricas, las cuales también fueron calificadas como de “baja integridad ambiental”. El segundo punto que trata la investigación se centra en mostrar que, cada vez más, Chevron depende de las grandes represas hidroeléctricas para las compensaciones
“Aproximadamente la mitad de las compensaciones de carbono que compró Chevron entre 2020 y 2022 están asociadas con represas hidroeléctricas”, dice el medio británico y reitera que ya varios estudios han demostrado que estas grandes represas no ayudan a reducciones de emisiones nuevas o adicionales. En Colombia, por ejemplo, la empresa ha comprado bonos de carbono a dos grandes represas hidroeléctricas, El Quimbo y Sogamoso, para sus compensaciones.
Y, finalmente, el informe resalta que mientras la empresa va expandiendo sus negocios, se encarga de promover sus objetivos climáticos. “A pesar de su aspiración de convertirse en cero neto para 2050, planea invertir $ 57.4 mil millones en expansión petrolera para fines de 2030″, advirtió. (Le puede interesar: En tres décadas se perdió el 50 % de agua dulce en los lagos más grandes del mundo)
En respuesta a esa información, Alejandro Riveros, gerente de Asuntos Corporativos Chevron Colombia, comentó: “La mayoría de las compensaciones a las que se hace referencia en el informe son compensaciones con un grado de cumplimiento aceptadas por los gobiernos en las regiones donde operamos”. Y agregó que “el Informe de Sostenibilidad Corporativa de Chevron publicado recientemente y el último Informe de Resiliencia al Cambio Climático ofrecen una visión más completa de las muchas formas en que estamos trabajando de manera constructiva para ofrecer soluciones para un futuro con menos carbono”.
Nota editorial 24/05/2023:
Después de publicado este artículo, Alejandro Riveros, gerente de Asuntos Corporativos Chevron Colombia, nos envió su respuesta frente a la información y datos reseñados en la nota.
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