Las negociaciones previas a la COP15 fueron “decepcionantes”: ONG

La COP15 de Biodiversidad se realizará en el tercer trimestre del año en Kumming (China).

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Diferentes organizaciones han señalado como “decepcionantes” las negociaciones de los 196 países del Convenio sobre Diversidad Biológica, que se adelantaron en Ginebra entre el 14 y el 29 de marzo como una antesala a la COP15 de Biodiversidad, que se realizará en el tercer trimestre del año en Kumming (China) e inicialmente estaba prevista para octubre de 2020.

En la COP15 se adoptará el Marco Global de Biodiversidad Post 2020, que especificará la ruta para revertir la pérdida de biodiversidad a 2030, con una visión para recuperar los ecosistemas a 2050. Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, señala que “a diferencia del cambio climático, la pérdida de la naturaleza no tiene un acuerdo mundial similar al Acuerdo de París para impulsar la acción e involucrar a todos los sectores. Los países ahora deben adoptar formalmente este nivel de ambición en la COP15, a la vez deben asegurar que el acuerdo final de Kunming contemple todos los ‘ingredientes’ necesarios. Es vital que terminemos esta década con más naturaleza, no con menos de la que hay. Los gobiernos deberían cumplir con todo lo que sea necesario para revertir la pérdida de la naturaleza”.

El encuentro de Ginebra buscaba debatir y modificar el borrador que se redactó del Marco Global de Biodiversidad, con miras a la COP15, en Roma en febrero de 2020. Estas negociaciones eran la oportunidad para asegurar que el Marco Global de Biodiversidad fuera lo suficientemente ambicioso y transformador, sin embargo, WWF advierte que el “resultado de estas reuniones no fue el esperado y existe el riesgo de que lo que plantea el borrador del nuevo Marco no sea suficiente para cumplir su objetivo”. (Lea: Los bancos que más financian la industria fósil)

Por su parte, la confederación de Ecologistas en Acción también calificó el borrador como “insatisfactorio” y exigió que la situación actual se defina como una “crisis ecológica”.

Las principales críticas al borrador señalan que no hubo avances en temas clave, como la financiación. Países como Brasil, en donde se encuentra el 65% de la selva amazónica, y Argentina pidieron enfáticamente más recursos para apoyar la acción sobre la biodiversidad.

Frente al punto de las soluciones basadas en la naturaleza, diferentes organizaciones han manifestado que la crisis climática se debe contrarrestar con reducción de emisiones y no con “la instrumentalización de la naturaleza”. (Le puede interesar: ¿Por qué Colombia debería escuchar a sus ranas?)

También preocupa la meta de especies que plantea el borrador. La anterior meta había comprometido al mundo a detener la pérdida de especies para 2020 y la nueva meta, aunque parece más ambiciosa, se estableció a 2030.

Guido Broekhoven, jefe de Investigación y Desarrollo de Políticas de WWF Internacional, afirma que “es importante que se hayan logrado algunos avances en áreas cruciales como la conservación de los hábitats y la posibilidad de incluir en el Marco un enfoque basado en los derechos humanos. Al mismo tiempo, el borrador del plan debe comprometer a los países a tomar medidas concretas y ambiciosas sobre los factores causantes de la pérdida de la naturaleza. De nada sirve conservar el 30 % del mundo si destruimos el resto” y añadió que “el mundo no puede simplemente incumplir su objetivo de 2020 y luego decir que podemos esperar otros ocho años”. (Lea: Posible récord de temperatura en la Antártida: 38°C por encima de lo normal)