Los residuos plásticos de Occidente buscan una salida tras el rechazo de Asia

A China, Malasia y Taliandia se unió Filipinas en la decisión de rechazar los residuos plásticos de los países desarrollados. Estos países buscan la salida a una crisis que, por ahora, los sobrepasa.

Vanessa Carronnier – AFP
04 de junio de 2019 - 03:49 p. m.
Tras más de un mes de presiones por parte del Gobierno filipino de Rodrigo Duterte, el ejecutivo canadiense accedió la semana pasada a ocuparse de la repatriación de sus residuos, unas 2.450 toneladas de basura que llegaron a Filipinas entre 2013 y 2014. / Pixabay
Tras más de un mes de presiones por parte del Gobierno filipino de Rodrigo Duterte, el ejecutivo canadiense accedió la semana pasada a ocuparse de la repatriación de sus residuos, unas 2.450 toneladas de basura que llegaron a Filipinas entre 2013 y 2014. / Pixabay

La negativa de China y los países del sudeste asiático a seguir recibiendo residuos plásticos del extranjero está desequilibrando el circuito mundial de reciclaje y obliga a los países occidentales a buscar otras soluciones.

"El problema es que las cantidades [de residuos] afectadas son muy importantes", explica Arnaud Brunet, director general de la Oficina Internacional del Reciclaje (BIR), con sede en Bruselas.

Hay una "congestión de las capacidades técnicas", apunta el experto, sobre todo porque los países asiáticos que suplieron a China cuando ésta cerró sus puertas a los plásticos "se vieron superados". 

Los países europeos reciclan ellos mismos algunos residuos plásticos considerados rentables, como las botellas de PET (tereftalato de polietileno) transparente. Sin embargo exportan a otros países los residuos en mal estado, de poco valor o difíciles de reciclar , apunta un informe de la oenegé Alianza Global de Alternativas a la Incineración (GAIA). (Puede interesarle: El primer mundo no sabe dónde echar sus residuos. Filipinas se niega a ser su vertedero)

Malasia, que autoriza la importación de residuos plásticos limpios y homogéneos, decidió que a partir de ahora devolverá a sus países de origen centenares de toneladas de plástico contaminado.

"Las medidas que tomó el gobierno malasio subrayan la importancia del reciclaje responsable, de la utilización de protocolos y de la gestión previa del proceso", dice Adina Renee Adler, del ISRI, la asociación que reúne a las compañías del sector del reciclaje.

Igual que China y Malasia, Tailandia también tomó medidas para restringir las importaciones de residuos plásticos. Lo mismo ocurrió hace unos dias en Filipinas, cuando el dictador Rodrigo Duterte decidió repatriar a Canadá unas 2.450 toneladas de basura que llegaron a Filipinas entre 2013 y 2014, que a la fecha, aguardan en 69 contenedores lilstos para viajar hasta su lugar de origen.

Esta dinámica, dice el informe de GAIA, ha tenido como consecuencia el desvío de los residuos hacia otros países menos estrictos en la materia, como Indonesia o Turquía. "Desgraciadamente, algunos países se convierten de pronto en los nuevos vertederos del mundo. Los países más pobres absorberán los residuos que les generan ingresos pero sufrirán un coste medioambiental y social", asegura a la AFP, Vincent Aurez, experto en economía circular de la consultora EY.

Materiales problemáticos

Ante el cierre de los países asiáticos, los occidentales no tienen de momento otras soluciones que gestionar ellos mismos los residuos considerados más caros. 

Además, la falta de salidas para el material reciclado (que hasta ahora se integraba al sistema de producción chino) podría llevar a las compañías occidentales de reciclaje a incinerar más plástico o a llevarlo al vertedero.

A largo plazo la solución es "invertir en investigación y desarrollo para lograr procesos de selección de residuos más eficaces para ganar en calidad y alcanzar niveles aceptables para algunos países", apunta Brunet, del BIR.

"Sin embargo los productores también tiene que hacer esfuerzos para producir pensando en el reciclaje", indica. 

A pesar de las restricciones, la industria del plástico es floreciente. La producción mundial de plástico pasó de 245 millones de toneladas en 2007 a 348 millones en 2017, según las últimas cifras publicadas por la federación europea PlasticsEurope. 

Para simplificar la gestión de los residuos hay soluciones, como pensar en el reciclaje desde la concepción del producto o utilizar materiales reciclados en la fabricación.

Las tasas de reciclaje de plástico son muy dispares y van del 31% en Europa hasta el 10% en Estados Unidos, aunque se espera que la investigación contribuya a mejorarlas.

Muchos activistas medioambientales aseguran sin embargo que no hay otra solución que reducir el consumo. "Incluso si logramos nuevos sistemas [de reciclado], algunos materiales siempre serán problemáticos, habrá que dejar de producirlos y de utilizarlos", dice Laura Chatel, responsable de campaña de la asociación medioambiental Zero Waste France. 

Se trata en particular de algunos tipos de papel de plástico y de materiales compuestos. "Ante todo habrá que trabajar en reducir los envoltorios, lo que implica distribuir los bienes de manera distinta", por ejemplo a granel, según Chatel.

Por Vanessa Carronnier – AFP

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