Más de 100 activistas ambientales del grupo Extinction Rebellion llevados a los tribunales

Con la desobediencia civil como su principal arma, el movimiento Extinction Rebellion ya se extendió a 80 ciudades de 33 países.

Más de 100 personas que participaron en acciones en defensa del medio ambiente, organizadas por el grupo Extinction Rebellion, fueron llevadas a los tribunales en Reino Unido en una de las decisiones más grandes en contra de las protestas en la historia legal británica.

Hay cientos de casos abiertos y los abogados de los acusados dicen que, a pesar de la pandemia, es posible que los integrantes del grupo activista en defensa del clima tengan que viajar a la corte de Londres para comparecer en persona. Raj Chada, un abogado de Hodge Jones y Allen, que representa a muchos de los acusados, dijo a The Guardian que “estos clientes provienen de todo el país y el sistema judicial apenas se está familiarizando con las asistencias remotas. La crisis de Covid está en su apogeo, sin embargo, el CPS [Crown Prosecution Service] continúa con estos casos a un gran costo financiero “.

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Extinction Rebellion ha organizado tres encuentros o “rebeliones” grandes en los últimos dos años para resaltar la grave situación de la emergencia climática y ecológica y para exigir una acción contundente del parte de los gobiernos. Las protestas, que han sido pacíficas, han paralizado gran parte de Londres durante días con el bloqueo imprentas de periódicos.

Como resultado, cerca de 3.400 personas han sido arrestadas, unas 1.700 acusadas casi todas por delitos menores de orden público como obstrucción de vías públicas. 900 activistas se han declarado culpables y otras 800 han sido juzgadas o están esperando el juicio.

Con la desobediencia civil como su principal arma, el movimiento Extinction Rebellion ya se extendió a 80 ciudades de 33 países que buscan forzar una acción urgente contra la emergencia climática. “Vienen de todo el país y de todos los rangos de edad; hay tantas personas mayores de 65 como de 20 años. He conocido a médicos y repartidores, profesores y constructores, incluso a un marinero mercante jubilado de unos 80 años “, señaló a The Guardian Zoë Blackler quien ha supervisado el proceso judicial.

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En noviembre, Extinction Rebellion anunció que estaba planeando otra campaña de desobediencia civil financiar para exponer la complicidad económica en la crisis ecológica. Los activistas anunciaron que será una campaña sostenida con huelgas fiscales con personas que redirigirán los prestamos de los bancos que financian proyectos de combustibles fósiles.