Todos los años mueren en el Caribe un buen número de pelícanos. Es un fenómeno que se ha repetido por décadas y muy seguramente siglos. La competencia por el alimento, el estrés del viaje y las enfermedades hacen que muchos de los ejemplares más jóvenes de estas aves migratorias no logren sobrevivir ni continuar con el periplo por las islas del Caribe.
Luego de recorrer la zona del departamento de Magdalena donde la comunidad reportó las muertes, biólogos de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena concluyeron que la cifra no era tan alarmante como se dijo a través de medios de comunicación. En total se contaron alrededor de 200 cadáveres y no 3.000.
“El fenómeno se presenta todos los años. A veces es fuerte y otras débil. En 2000, 2005, 2008 y este año hemos registrado números mayores”, comentó a El Espectador uno de los biólogos a cargo de la investigación, en la que también se han hecho necropsias y se tomaron muestras que están siendo analizadas. No se tendrán resultados concluyentes antes de 20 días.
La hipótesis principal, según ha dicho Alfredo Martínez, subdirector de gestión ambiental de la corporación, es por la falta de alimentos. “Las aves que han sido encontradas muertas son pelícanos muy jóvenes, de menos de un año, y que están en el proceso de poder sobrevivir por sus propios medios”, comentó a los medios.
Los funcionarios pidieron calma a la población y paciencia hasta que se tengan los resultados de las pruebas realizadas. En cuanto a la hipótesis de que las muertes estarían relacionadas con los puertos carboníferos, aclararon que existen registros históricos de mortandad de pelícanos en la zona anteriores a la construcción de los puertos.
Todas las autoridades esperan haber aclarado el asunto antes de las próximas Fiestas del Mar (7 al 10 de agosto) que se celebrarán en Santa Marta.