Necropsia revela que aves migratorias murieron de hambre en Estados Unidos

En septiembre, cientos de golondrinas, papamoscas y currucas fueron encontradas muertas en Nuevo México, Colorado, Texas, Arizona y Nebraska, en el suroeste de Estados Unidos. Apenas se conoció la noticia de la muerte de estas especies de aves migratorias, varios de los ornitólogos aseguraron que esta tragedia ambiental, como la catalogaron, se debería a la crisis climática. Ahora, tres meses después, las necropsias revelan que cerca del 80% de las muertes fueron provocadas por emaciación, un síndrome que provoca la pérdida acelerada de masa muscular. (Lea: Registran muerte masiva de aves migratorias en Estados Unidos)

Según informó el Centro Nacional de Salud de Vida Silvestre del USGS, encargado de hacer la necropsia, los músculos que controlan las alas de las aves estaban severamente encogidos, además, encontraron sangre en el tracto intestinal, insuficiencia renal y pérdida general de grasa corporal.

Jonathan Sleeman, director del Centro Nacional de Salud de Vida Silvestre del USGS en Madison, Wisconsin, le explicó a The Guardian que al “parecer la causa inmediata de muerte en estas aves fue la emaciación como resultado del hambre. Es muy difícil atribuir una causalidad directa, pero dada la estrecha correlación del evento meteorológico con la muerte de estas aves, creemos que el evento meteorológico obligó a estas aves a migrar antes de estar listas o quizás afectó su acceso a las fuentes de alimento. durante su migración “. Sleeman fue el encargado de realizar las necropsias a 40 de los 170 cuerpos de aves migratorias que recibió. (Puede leer: ¿Por qué se presentan muertes masivas de elefantes en África? Científicos estudian las causas)

Para Martha Desmond, profesora del departamento de biología de la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU), este caso no se trata de una inanición a corto plazo. “Se pusieron tan demacrados que en realidad tuvieron que dedicarse a perder sus músculos principales de vuelo. Esto significa que esto no es algo que sucedió de la noche a la mañana “. Desmond, aclaró que cuando las aves iniciaron el proceso de migración lo hicieron en malas condiciones debido a la megasequía que se esta presentando en ese entonces en el suroeste del país.

“Aquí en Nuevo México hemos visto un año muy seco y se pronostica que tendremos más de esos años secos. Y, a su vez, diría que parece que un cambio en el clima está jugando un papel en esto, y que podemos esperar ver más de esto en el futuro “, añadió Desmond. Este año el recorrido, para la investigadora, durante su ruta migratoria las aves se vieron obligadas a desviar su migración, lejos de las áreas costeras ricas en recursos, y desplazarse sobre el desierto de Chihuahua, donde la comida y el agua son escasos.

Aunque ninguno de los dos expertos atribuyó la muerte de los ejemplares con la variabilidad climática, si fueron enfáticos en explicar que ha influido en el cambio en la temperatura del plantea, que se ve reflejado en las intensas lluvias y sequías extremas.

De los cuerpos recolectados entre agosto y septiembre, meses en los que se registró la muerte masiva de esta especie, solo se pudo analizar el 80%, pues el 20% restante no estaba en condiciones suficientes para realizar las pruebas adecuadas. (Podría leer: El delfín gris es clasificado como especie en peligro de extinción)

En septiembre, cientos de golondrinas, papamoscas y currucas fueron encontradas muertas en Nuevo México, Colorado, Texas, Arizona y Nebraska, en el suroeste de Estados Unidos. Apenas se conoció la noticia de la muerte de estas especies de aves migratorias, varios de los ornitólogos aseguraron que esta tragedia ambiental, como la catalogaron, se debería a la crisis climática. Ahora, tres meses después, las necropsias revelan que cerca del 80% de las muertes fueron provocadas por emaciación, un síndrome que provoca la pérdida acelerada de masa muscular. (Lea: Registran muerte masiva de aves migratorias en Estados Unidos)

Según informó el Centro Nacional de Salud de Vida Silvestre del USGS, encargado de hacer la necropsia, los músculos que controlan las alas de las aves estaban severamente encogidos, además, encontraron sangre en el tracto intestinal, insuficiencia renal y pérdida general de grasa corporal.

Jonathan Sleeman, director del Centro Nacional de Salud de Vida Silvestre del USGS en Madison, Wisconsin, le explicó a The Guardian que al “parecer la causa inmediata de muerte en estas aves fue la emaciación como resultado del hambre. Es muy difícil atribuir una causalidad directa, pero dada la estrecha correlación del evento meteorológico con la muerte de estas aves, creemos que el evento meteorológico obligó a estas aves a migrar antes de estar listas o quizás afectó su acceso a las fuentes de alimento. durante su migración “. Sleeman fue el encargado de realizar las necropsias a 40 de los 170 cuerpos de aves migratorias que recibió. (Puede leer: ¿Por qué se presentan muertes masivas de elefantes en África? Científicos estudian las causas)

Para Martha Desmond, profesora del departamento de biología de la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU), este caso no se trata de una inanición a corto plazo. “Se pusieron tan demacrados que en realidad tuvieron que dedicarse a perder sus músculos principales de vuelo. Esto significa que esto no es algo que sucedió de la noche a la mañana “. Desmond, aclaró que cuando las aves iniciaron el proceso de migración lo hicieron en malas condiciones debido a la megasequía que se esta presentando en ese entonces en el suroeste del país.

“Aquí en Nuevo México hemos visto un año muy seco y se pronostica que tendremos más de esos años secos. Y, a su vez, diría que parece que un cambio en el clima está jugando un papel en esto, y que podemos esperar ver más de esto en el futuro “, añadió Desmond. Este año el recorrido, para la investigadora, durante su ruta migratoria las aves se vieron obligadas a desviar su migración, lejos de las áreas costeras ricas en recursos, y desplazarse sobre el desierto de Chihuahua, donde la comida y el agua son escasos.

Aunque ninguno de los dos expertos atribuyó la muerte de los ejemplares con la variabilidad climática, si fueron enfáticos en explicar que ha influido en el cambio en la temperatura del plantea, que se ve reflejado en las intensas lluvias y sequías extremas.

De los cuerpos recolectados entre agosto y septiembre, meses en los que se registró la muerte masiva de esta especie, solo se pudo analizar el 80%, pues el 20% restante no estaba en condiciones suficientes para realizar las pruebas adecuadas. (Podría leer: El delfín gris es clasificado como especie en peligro de extinción)