¿Por qué Greenpeace lanza rocas gigantes al mar?

La acción no es nueva. Las rocas son inmensas porque pretenden romper las redes de la pesca de arrastre, un método donde se barre el fondo del mar con una inmensa red.

Las redes sociales han estallado recientemente ante videos e imágenes que muestran gigantes rocas cayendo de buques aún más grandes en océanos de todo el mundo. La acción es realizada adrede por la ONG ambiental Greenpeace y, contrario a lo que se podría pensar, no es nueva. De hecho, el pasado 31 de agosto comenzó un proceso legal en Reino Unido contra los ambientalistas. Le contamos la historia.

Greenpeace es una ONG ambientalista internacional conocida por su histórica lucha a favor de la protección del medio ambiente. Las acciones de protesta que lleva a cabo muchas veces son portadas en los medios y objeto de críticas. En 2006, por ejemplo, colgó de una plataforma a una ballena muerta de más de 20 toneladas. Lo hizo en el corazón de Berlín, justo al frente de la embajada de Japón, país que lleva a cabo jornadas de caza de este animal.

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En septiembre de 2013 integrantes de esta ONG intentaron encadenarse a un buque petrolero ruso en lo que algunos tildaron como “terrorismo ecológico”. Los protagonistas de aquella protesta estuvieron en la cárcel por más de dos meses. La acción reciente, la de tirar rocas al mar, se viene haciendo por lo menos desde 2008 y ha sucedido en varias partes del mundo. En agosto de ese año, por ejemplo, Greenpeace lanzó rocas de granito de tres toneladas al Mar del Norte alemán.

La lógica detrás de la acción es sencilla. Las rocas son inmensas porque pretenden romper las redes de la pesca de arrastre, un método donde se barre el fondo del mar con una inmensa red. Todo lo que se encuentra a su paso queda atrapado en la red. Greenpeace ha tildado este método de ser perjudicial para los fondos marinos. “Estas embarcaciones arrastran sus redes armadas de pesadas puertas por el fondo marino, destruyendo los hábitats bentónicos que encuentran a su paso, cuya integridad en muchos casos es crucial para la supervivencia de las especies comerciales”, dice la ONG.

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Y agrega: “El arrastre de fondo es además un arte de pesca poco selectivo, si no el menos selectivo, con altas tasas de capturas accidentales o by-catch, que frecuentemente son devuelta muertas al mar como descartes debido a su bajo interés comercial o por tratarse de juveniles. Se descarta entre el 15 y el 70% de lo capturado dependiendo de la especie objetivo. La técnica es considerada perjudicial por los graves efectos que induce sobre la cadena trófica y la destrucción de hábitats submarinos”.

La campaña ya le ha traído problemas judiciales a la ONG, como ya se mencionó. A inicios de marzo pasado La Organización de Gestión Marina (MMO, por sus siglas en inglés) de Reino Unido anunció que estaba investigando las acciones de la ONG, después de que uno de sus buques, el MV Esperanza, arrojara rocas al lecho marino en la zona económica exclusiva (ZEE) del Reino Unido.

La entidad señaló entonces que “otorga una alta prioridad a la protección ambiental de nuestros mares y la seguridad de quienes los utilizan” y reveló las coordenadas de las rocas lanzadas para la navegación segura de las embarcaciones.

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El pasado 31 de agosto, y ad portas del inicio del proceso legal en su contra, el director ejecutivo de la ONG, John Sauven, declaró que la MMO había “fracasado a la hora de proteger nuestros océanos de la pesca industrial”. “Nuestras barreras de rocas han impedido que los arrastreros de fondo dañen aún más nuestros océanos y empeoren la emergencia climática. La MMO sigue fallando en sus deberes, haremos todo lo posible para proteger nuestros océanos”.