Redescubren un ave endémica colombiana que no se veía hace 238 años

Este es un ejemplar de Tinamú del Magdalena, cuyo nombre científico es Crypturellus erythropus saltuarius.

Foto: Hernán Arias - Asociación Tolimense de Ornitología - Hernán Arias - Asociación Tolimense de Ornitología

Desde hace 238 años, no se contaba con un registro oficial del Tinamú del Magdalena, cuyo nombre científico es Crypturellus erythropus saltuarius, un ave endémica del valle del Magdalena, en Colombia. Recientemente, dos avistadores consiguieron documentar de nuevo un ejemplar de esta especie. (Lea: Lo que no contó el Gobierno sobre el parque eólico que “le dio” a las comunidades wayuu)

Los encargados de este hallazgo son Cristian Mauricio Cardona y Felipe Vasco, quienes encontraron ejemplares de esta especie en el bosque seco ubicado entre los municipios de Honda y Guayabal-Armero, ubicados en el norte del Tolima.

Según la Asociación Tolimense de Ornitología, encargada de confirmar los registros de estos avistadores, se creía que el Tinamú del Magdalena estaba extinto en el departamento del Tolima, pues, “solo había sido documentada en la región durante la Expedición Botánica liderada por José Celestino Mutis, hace más de dos siglos”. (Puede leer: Ya está en marcha la turbina eólica más grande del mundo)

La primera vez que se volvió a ver un ejemplar de esta especie fue el 3 de julio de 2023, cuando ambos avistadores aseguraron que habían visto un individuo muerto en el corregimiento de Méndez, en Armero Guayabal. Le tomaron una foto para conservar el registro de hallazgo.

La imagen, dice la asociación en un comunicado, fue compartida en el grupo de observadores de Aves de Caldas y así tener una correcta identificación. Luego, “la red social de observadores de aves de Honda confirmó que esta especie presentaba las características típicas de la subespecie C. erythropus”, señala la asociación en un comunicado.

Esta primera imagen permitió tener pistas de una posible ubicación de esta especie en el norte de Tolima. Con este dato, los investigadores organizaron una expedición hasta esta zona para buscar a más ejemplares. Primero, lo hicieron mediante el reconocimiento auditivo (vocalización) y luego por medio de la toma de evidencia física. (Le puede interesar: Este manatí murió después de una lesión sexual traumática)

Finalmente, el equipo encontró evidencia en los fragmentos extensos de bosque que estaban en buen estado de conservación, por lo que, dice la asociación, “es altamente probable que la especie requiera la integridad de este hábitat para su subsistencia”.

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