Su petición no era otra que revocar las licencias ambientales que han sido otorgadas a la multinacional Hunza Coal para operar en la zona. Según la organización, que se manifestó con recipientes llenos de agua contaminada del lugar, esta actividad perjudica los recursos hídricos de la región.
“En diciembre tomamos muestras del agua en bocaminas de carbón a más de 3.400 metros sobre el nivel del mar, en plena zona de páramo, y corroboramos que tiene el ph alterado y altísimos niveles de conductividad”, explicó Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace Colombia.
La organización denunció que la misma situación se está repitiendo en departamentos como Cundinamarca, Santander, Tolima, Huila y Nariño, y pidió que se cumpla el acta que firmaron junto al presidente Juan Manuel Santos en junio, donde hizo público su compromiso de garantizar la protección de los páramos.
El Espectador se contactó con el Ministerio de Ambiente para conocer su punto de vista, pero hasta el cierre de esta edición no se había pronunciado.