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El vehículo de mayores dimensiones que Jeep fabrica en Brasil, ya está disponible en Colombia. Con el nombre de un viejo conocido de la firma norteamericana, Commander se reinventa de adentro hacia afuera, tras más de una década de su salida del mercado.
Hoy, Commander es testigo, exponente y ejemplo del downsizing. Sí, el Jeep que entre 2005 y 2010 funcionó con motores de 3.0 y 5.7 (V8) litros, ahora incorpora un 1.3 turboalimentado, el mismo que da vida a su hermano menor: Compass.
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Ahora bien, con su llegada al país, los de Norteamérica apuestan a un segmento con pocos rivales –VW Tiguan, ejemplo–. Confort, conectividad y, por supuesto, diseño son las banderas de un vehículo que, en lo que a percepción interior se refiere, demuestra personalidad y el lujo, en ocasiones mayor al de productos de segmentos superiores.
Sí, lujo
Su mejor cara. Casi ignorando el trabajo de la marca en el desarrollo estético exterior –que se sustenta en las fotos que acompañan este artículo– de un vehículo sin precedentes en el pasado cercano, Commander es referente en diseño interior. Sólido en su propuesta, cada componente entra en armonía con el resto, incluso con la –arriesgada para algunos– tapicería marrón que envuelve cada una de sus siete plazas.
La cabina está rodeada por materiales blandos y agradables al tacto. Hay gamuza en el salpicadero. También metales tipo cromado, color bronce, alrededor de la palanca de cambios y sobre la guantera, que interactúan con fondos fabricados en el siempre delicado black piano, en lugares de constante interacción con las manos –alrededor de los portavasos centrales, por ejemplo–.
Es vanguardista y no necesita cables. Una pantalla táctil de 10,1 pulgadas, que se conecta de forma inalámbrica a sistemas Android y iOS, sirve de eje del sistema de infoentretenimiento –ofrece conectores USB tipo B y C y carga inalámbrica–. El panel de instrumentos define el término funcional, con la posibilidad de proyectar información sobre trayecto, temperatura de líquidos, presión de llantas, entre otros, en un clúster digital de 10,25 pulgadas con definición sobresaliente.
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El espacio es adecuado tanto en la primera como en la segunda fila de asientos. La tercera plaza, esos dos puestos que le valen la capacidad para hasta siete pasajeros a la tarjeta de propiedad, mantienen la calidad de los delanteros, pero son, como es común, reducidos en espacio. Al habitáculo nunca le falta luz y para ello dispusieron un techo panorámico que ocupa la mayor parte de la carrocería superior.
Nuevo movimiento
A Commander le da vida el turboalimentado GSE T270 L4, un propulsor de 1.3 litros que permite hasta 173 caballos de potencia y 270 Nm de torque. Esta segunda cifra es aparentemente recurrente, pues aparece a las 1.850 rpm. La primera, a las 5.750. Todas, guiadas al eje delantero –es 4x2, tracción delantera–.
El movimiento es mesurado y la transmisión parece configurada con ese propósito. Sin jalones ni cabeceos, la caja funciona de forma automática con seis velocidades. No hay aceleraciones bruscas y, vale la pena mencionarlo, en carretera no viene mal adelantar en modo manual.
La insonorización resalta dentro y fuera de la ciudad, aunque esto se fundamenta, en lo que a trabajo mecánico se refiere, en un bajo esfuerzo del motor. Sin embargo, al transportar a seis pasajeros, el sonido y vibraciones son elevadas y el lag del turbo se estira por segundos.
Sus consumos urbanos, con una carga promedio de 200 kilos, fue de entre 30 y 33 kilómetros por galón. En carretera, a una velocidad máxima de 80 km/h, llegó a extenderse hasta los 60 –en alturas de entre 2.000 y 2.500 m.s.n.m.–.
Es amigable en espacios reducidos. Sus 4.769 mm de largo, 2.040 de ancho y 1.676 de alto se guían con facilidad en la mayoría de estacionamientos de centros comerciales y conjuntos residenciales.
Al día
A los tradicionales sistemas ABS, EBD, ESC, TC, alerta de cinturón de seguridad y asistente de arranque en pendiente se suman siete bolsas de aire y tecnologías ADAS (Advanced Driver Assistance Systems, en inglés, o sistemas avanzados de asistencia a la conducción), como advertencia de cambio de carril, control crucero adaptativo, asistente de frenado de emergencia, alerta de colisión frontal, detección de punto ciego, entre otros.
Incluye luces automáticas que se ajustan a las condiciones lumínicas de la vía. Son LED, al igual que las antiniebla. Hay rieles en el techo y, dentro del habitáculo, toma de corriente de 220 voltios. El sonido, con ocho parlantes, tiene la firma de Harman/Kardon.
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Commander responde a las tendencias locales con una superlativa distribución y percepción de calidad interior. La alternativa familiar, urbana y vanguardista de mayor tamaño que Jeep vende en Colombia a un precio de $200’000.000 en su versión Overland 4x2.