En la mayoría de los casos, cuando un carro presenta problemas eléctricos, el primer sospechoso suele ser la batería. Sin embargo, no siempre es así. Muchas de esas fallas tienen su origen en el alternador, un componente que pasa desapercibido en la conducción diaria, pero que resulta esencial para el funcionamiento del vehículo. Cuando deja de trabajar correctamente, puede afectar la operación del sistema eléctrico y, en consecuencia, dejar al conductor varado en la vía.
De acuerdo con Carlos Badillo, asesor experto de Renault, el alternador es un generador eléctrico que se conecta al motor y aprovecha su rotación para producir corriente alterna, de ahí su nombre. Esa energía es enviada a la batería, cuya carga depende directamente del alternador, y desde allí se alimentan todos los sistemas eléctricos del vehículo. En otras palabras, su función principal es mantener la batería cargada y asegurar que los accesorios funcionen sin interrupciones.
Principales síntomas de un alternador con fallas
Para el especialista de Renault, existen señales claras que permiten identificar cuando el alternador comienza a presentar problemas. Detectarlas de manera oportuna no solo evita que el vehículo quede inmovilizado en la vía, sino que también reduce el riesgo de daños mayores y costos elevados de reparación.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Descarga de la batería en movimiento: si la batería pierde carga mientras el carro está en marcha, es un indicio de que el alternador no está cumpliendo con su función de recargarla.
- Accesorios que se apagan progresivamente: la intensidad de las luces disminuye, el radio se apaga o los vidrios eléctricos dejan de funcionar. Esto ocurre porque la energía almacenada en la batería se agota al no recibir carga del alternador.
- Testigo en el tablero con forma de batería: aunque muchos conductores lo asocian con un problema en la batería, en realidad suele advertir que el alternador está fallando.
- Ruidos inusuales en el motor: un chillido constante o golpeteos pueden estar relacionados con rodamientos desgastados o con la correa del alternador en mal estado.
- Olor a quemado: un alternador con exceso de trabajo o con cables en mal estado puede generar sobrecalentamiento y provocar un olor característico a goma quemada.
- Dificultad para encender el vehículo: cuando el alternador no recarga adecuadamente la batería, el motor de arranque no recibe la energía suficiente y el encendido se vuelve lento o directamente no ocurre.
Badillo añade que, aunque los síntomas iniciales pueden ser detectados por cualquier conductor, la revisión técnica del alternador exige procedimientos especializados que van más allá de una inspección básica. El diagnóstico incluye la verificación del rotor, pieza encargada de girar dentro del alternador para generar un campo magnético, y del estator, componente fijo que convierte esa energía en corriente eléctrica utilizable por el vehículo.
A esto se suma la medición del voltaje que el alternador emite, una prueba destacada para determinar si está entregando la carga adecuada a la batería.
Estos controles no pueden realizarse de manera casera, ya que requieren equipos de medición específicos y conocimientos técnicos avanzados. Por ello, el especialista recomienda acudir a un taller autorizado o a un centro de servicio con experiencia en el sistema eléctrico del vehículo.
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¿Reparar o reemplazar el alternador?
Al momento de enfrentar una falla en el alternador, surge la pregunta de si es conveniente repararlo o si lo mejor es reemplazarlo por uno nuevo. Según explica Badillo, la recomendación más acertada es optar siempre por el reemplazo. “Una pieza nueva, especialmente si es original, garantiza mayor funcionalidad, durabilidad y, a largo plazo, representa un ahorro, ya que reduce el riesgo de fallas recurrentes y evita gastos adicionales en reparaciones”, afirma.
Sin embargo, existen situaciones en las que reparar el alternador puede ser la única alternativa. Esto ocurre, por ejemplo, en ciudades apartadas o en lugares donde no hay disponibilidad inmediata de repuestos, o cuando se trata de vehículos de marcas menos comunes en el mercado, lo que dificulta la consecución de piezas originales. “En esos casos, una reparación puede resolver temporalmente el problema, aunque no se considera la solución ideal”, advierte Badillo.
Otro factor que influye en la decisión es el aspecto económico. Para algunos conductores, el costo de un alternador nuevo puede resultar elevado frente a la posibilidad de una reparación puntual. Aun así, Badillo insiste en que, siempre que sea posible, se debe dar prioridad al reemplazo y a la instalación de repuestos genuinos.
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