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Volvo Cars evalúa trasladar la fabricación de algunos de sus modelos a territorio estadounidense, en respuesta a los elevados aranceles que actualmente encarecen sus exportaciones hacia ese país. Sin embargo, este proceso podría extenderse hasta por dos años, según explicó su consejero delegado, Hakan Samuelsson.
El directivo, quien retomó recientemente las riendas de la compañía tras haberla liderado entre 2012 y 2022, advirtió que los impuestos adicionales aplicados por la administración de Donald Trump están afectando significativamente la competitividad de la marca en el mercado norteamericano.
Actualmente, los vehículos que Volvo importa desde su planta en Gotemburgo, Suecia —entre ellos los populares en Colombia XC60 y XC90— deben asumir un recargo arancelario del 27,5 %. Esta tarifa resulta de la suma del 2,5 % estándar que ya pagaban, más un 25 % adicional impuesto durante el mandato de Trump. Esto representa un incremento cercano a 14.992 euros (unos 73.820.900 de pesos colombianos) sobre el precio base de cada unidad, que ronda los 54.517 euros (aproximadamente 268.442.798 de pesos colombianos).
Samuelsson indicó que esta situación está presionando los márgenes de ganancia de la empresa, además de trasladar parte del sobrecosto al consumidor final: “los clientes terminarán pagando más”, reconoció.
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En el panorama actual, Volvo solo fabrica el modelo EX90 en suelo estadounidense, con una producción acumulada que apenas supera las 3.000 unidades. Por ello, el traslado de más líneas de ensamblaje hacia Estados Unidos se plantea como una solución estratégica.
La compañía evalúa producir allí un SUV de tamaño similar a los actuales o incluso un nuevo modelo híbrido enchufable, siempre que sea atractivo para el consumidor estadounidense.
Por otro lado, Volvo también se ha visto golpeada anteriormente por las tarifas del 100 % impuestas por la administración de Joe Biden a los vehículos provenientes de China. Esto afecta directamente al modelo eléctrico EX30, fabricado en el país asiático, cuya entrada al mercado estadounidense quedó descartada. “Los carros chinos no pueden entrar en Estados Unidos”, afirmó Samuelsson con contundencia.
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UE insiste en diálogo con EE. UU. y le pide definir postura sobre aranceles
Tras la reciente reunión política en Washington, la Unión Europea ha propuesto continuar las conversaciones con Estados Unidos sobre los aranceles mediante canales técnicos, con el objetivo de avanzar hacia un acuerdo comercial que beneficie a ambas partes. Así lo informó este martes el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, quien también señaló que ahora corresponde a EE. UU. definir con mayor precisión su posición en las negociaciones.
Gill destacó que el encuentro entre el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y los representantes estadounidenses Howard Lutnick y Jamieson Greer, marcó el tono inicial de la negociación, que ahora continuará a nivel técnico: “el diálogo entre expertos sigue en curso y se mantendrá”, aseguró.
La UE considera que este espacio de 90 días, pactado para buscar una solución antes de activar nuevas represalias comerciales, debe aprovecharse al máximo. Apenas se han cumplido los primeros días del plazo, por lo que las autoridades europeas insisten en dar tiempo al proceso.
In D.C., met with Secretary @howardlutnick and Ambassador @jamiesongreer for 🇪🇺🇺🇸 negotiations, seizing the 90-day window for a mutual solution to unjustified tariffs. 1/2 pic.twitter.com/P0eMgZSudQ
— Maroš Šefčovič🇪🇺 (@MarosSefcovic) April 14, 2025
Durante la reunión, ambas partes abordaron temas como las barreras comerciales, los aranceles a productos industriales —incluidos los vehículos— y el exceso de capacidad en sectores como el acero y el aluminio. También se discutió sobre la resiliencia de las cadenas de suministro en áreas clave como los semiconductores y la industria farmacéutica.
Bruselas reafirmó su propuesta de eliminar por completo los aranceles bilaterales sobre bienes industriales y reiteró su voluntad de trabajar de manera constructiva. No obstante, advirtió que será necesario un esfuerzo conjunto y equilibrado para lograr avances concretos.
“Estamos cumpliendo con nuestra parte. Ahora necesitamos una posición más clara por parte de Estados Unidos”, señaló Gill, quien recordó que toda negociación requiere compromisos recíprocos.
El bloque europeo también dejó claro que no está dispuesto a negociar sobre cuestiones que considera fundamentales, como los estándares de seguridad alimentaria, las regulaciones digitales y los requisitos fitosanitarios. “Queremos asegurar a nuestros ciudadanos que su salud, seguridad y bienestar, incluso en el entorno digital, no serán materia de negociación”, concluyó.
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