Marianela Maldonado, la madre del menor que perdió la vida el pasado domingo mientras esperaba una ambulancia en el barrio Villa Alsacia, en el occidente de Bogotá, hizo un llamado a la Secretaría de Salud para que se replanteen las normas de la línea de emergencias 123.
El domingo en la noche, el niño de nueve años sufrió una crisis de asma y posteriormente un paro cardiorrespiratorio.
Según la madre, uno de los hermanos de la víctima intentó pedir ayuda a la línea de emergencias, mientras ella atendía al niño, pero allí hicieron caso omiso a su llamada por tratarse de un menor de edad. De acuerdo con su versión, tampoco recibieron pronta respuesta en los posteriores y múltiples intentos.
Algunos vecinos confirmaron que desde el momento en que se realizó la primera llamada a la línea, poco antes de las 9 p.m., pasaron 45 minutos para que llegara la ambulancia.
Ante la denuncia, Manuel Villamizar, director del Centro Regulador de Urgencias, dijo que la ambulancia llegó al sitio 15 minutos después de haber recibido el mensaje de alerta a las 9:20 p.m., puesto que el primer vehículo de emergencia que se dirigía al lugar tuvo que desviarse para atender otra emergencia.
Héctor Zambrano, secretario de Salud, indicó que se está haciendo la investigación del caso. Aunque reconoció que al Distrito le hacen falta ambulancias (en el momento cuenta con 140) y que factores como la movilidad obstaculizan la efectividad en el desplazamiento, aseguró que el tiempo de llegada de la ambulancia al lugar está dentro del rango estipulado, que hoy es de 13 minutos.
La madre del niño insiste en que no es posible desatender el llamado de un menor y que se deben tener otros filtros de confirmación para evitar que se repitan episodios como este.