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El Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá publicó este viernes una nota que plantea algunas reflexiones sobre el contrabando, días después de la sanción presidencial de la Ley anticontrabando, que servirá para endurecer las penas relacionadas con este delito.
La nota, que fue elaborada a partir de información del DANE y la DIAN, estima que por contrabando en Bogotá, ingresaron entre 5 y 6 billones de pesos en 2014, monto que representa cerca del 10% de las importaciones legales registradas en la ciudad.
Según el informe presentado por la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá, hay dos tipos de contrabando en la ciudad: el abierto y el técnico.
El abierto consiste en el ingreso de mercancías al territorio nacional sin ser declaradas ante la autoridad aduanera; mientras que el técnico corresponde a la importación de bienes al país con su respectiva declaración, pero a los que les busca pagar menos aranceles por medio de una serie de maniobras fraudulentas.
Carlos Simancas, secretario de Desarrollo Económico, aseguró que “el contrabando estimula y financia organizaciones criminales, las cuales tienen, a su vez, un efecto negativo sobre el orden público, la institucionalidad y la actividad productiva, en las diferentes regiones del país”.
Asimismo, el documento establece que los textiles y confecciones son los más afectados por esta actividad ilegal, con dos terceras partes del contrabando que ingresa, principalmente de China y Panamá, con un valor estimado para 2014 en 8 billones de pesos en todo el territorio nacional.
En menor medida, la nota indica que el contrabando afecta otros productos como el arroz, que ingresa por Nariño y Putumayo, proveniente de Ecuador, y cuyo valor anual se estima en 1 billón de pesos para el país.
Otro 11% del contrabando corresponde a licores y cigarrillos, que ingresan por la costa Atlántica, en departamentos como La Guajira y Cesar, mientras que por la frontera con Venezuela entra al país gasolina de contrabando, valorada en 740 mil millones de pesos.
“El problema del contrabando ha tocado de forma directa a muchas familias bogotanas en el sector de textiles y confecciones, como el del calzado y el cuero. Se han tenido que cerrar muchas industrias, familias enteras dependen de este negocio y es su sustento diario, por lo que se espera que con esta ley las pequeñas microempresas vean un alivio a esta competencia ilegal”, concluyó Simancas.