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Arrancó el proyecto Lagos de Torca, pero necesitará más alcaldes para ser realidad

Esta semana, la Alcaldía de Bogotá y el fideicomiso del proyecto mostraron el inicio de las obras viales, de vivienda y ambientales del megaproyecto que abarcará 1.803 hectáreas de suelo.

Redacción Bogotá
05 de octubre de 2022 - 11:00 p. m.
Este será el aspecto de Lagos de Torca, proyecto de expansión en el norte de Bogotá.
Este será el aspecto de Lagos de Torca, proyecto de expansión en el norte de Bogotá.
Foto: Cortesía

Lo que hace 18 años empezó como el Plan de Ordenamiento Zonal Norte (POZ Norte) y que, con el paso del tiempo y de cinco administraciones en Bogotá, terminó en el proyecto Lagos de Torca, por fin tuvo este miércoles un primer inicio de lo que, desde la administración de Enrique Peñalosa, se piensa que será “una ciudad dentro de la ciudad”.

Este proyecto buscará la expansión en el norte de la capital para, de esa manera, responder a la demanda de vivienda y vías que tiene Bogotá por el número de su población, y que intervendrá 1.803 hectáreas desde la Carrera Séptima hasta la Reserva Thomas Van der Hammen y desde la calle 183 hasta el límite con Chía.

Lo integran 34 planes parciales que ofertarán 130 mil apartamentos, de los cuales cerca de la mitad serán viviendas de interés social y viviendas de interés prioritario, y tendrán la particularidad de que los constructores financiarán la infraestructura pública.

Así como centros comerciales, seis nuevas troncales de Transmilenio (entre ellas, la de la carrera Séptima) la ampliación de la avenida Boyacá, la carrera Novena y Autopista Norte, y la construcción de cuatro nuevas avenidas en las calles 200, 209, 222 y 235.

En contexto: El visto bueno del Ministerio de ambiente a Lagos de Torca.

Andrés Ortiz, exsecretario de Planeación en la alcaldía de Peñalosa, le explicó a El Espectador que “Bogotá pone la norma con la que se llevará a cabo la obra y la tierra y el dinero lo ponen los privados, a cambio de los derechos de edificabilidad. El 100 % de los recursos será del sector privado, la ciudad no pone un peso”.

Es decir, los constructores acceden —bajo la ley de reparto de cargas y beneficios— a licencias de construcción a cambio de dar tierras y recursos para el desarrollo de vías, parques y proyectos distritales, como el traslado del Hospital Simón Bolívar.

Los tropiezos y peros del proyecto

No obstante, Lagos de Torca ha tenido varios traspiés y saltos a lo largo de los últimos años. Los más recordados fueron la oposición de activistas ambientalistas y vecinos de algunos barrios cercanos del norte de Bogotá. ¿La razón? Protestaron porque, en el caso de los habitantes del barrio La Cecilia, consideran que el sendero ambiental los obligaría a salir de la zona y a abandonar el proceso a través del cual han recuperado parte de la ronda del río Fucha.

Por otro lado, en julio de 2020 el Tribunal de Cundinamarca impuso medidas cautelares a tres de los 34 planes parciales del proyecto y que habían sido apeladas por el Distrito (administración Peñalosa) y el Ministerio de Ambiente en diciembre de 2019.

Lea: Av. Boyacá por la Van der Hammen: una meta para Lagos de Torca.

Esta decisión se tomó luego de una demanda de nulidad interpuesta por la concejal María Fernanda Rojas, quien solicitó que no se desarrollaran ni autorizaran esos planes parciales antes de que el Ministerio de Ambiente realizara un estudio técnico que determinara si los desarrollos urbanísticos en esta zona cumplen con los usos permitidos en zonas protegidas.

Aun así, en julio de 2020, el Ministerio de Ambiente dio visto bueno a Lagos de Torca ante esas medidas cautelares, por lo cual concluyó que las construcciones en la zona serían viables solo si se garantiza un “área mínima para la recuperación y permanencia en la conectividad de flujos ecológicos”. Esto implica que los constructores tendrán que hacer adecuaciones en los terrenos para seguir avanzar.

Así mismo, la discusión que generó la ampliación de la Avenida Boyacá en esta zona de Bogotá, pues tocaba la reserva Van der Hammen, aunque los promotores aseguraron que era la mejor decisión en materia ambiental, así resultara impopular.

En palabras de la gerente del fideicomiso Lagos de Torca, Natalia Trujillo, “es necesaria (la ampliación) para bajar la contaminación por los trancones en la Autonorte y ampliar la red de alcantarillado y corregir ese problema, que genera la contaminación del subsuelo”.

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¿Cómo funciona el fideicomiso entre el Distrito y los privados?

Desde enero de 2018, se firmó el pacto que oficializó el fideicomiso —titularidad de propiedad que separa la titularidad efectiva de la titularidad legal— en el que están sentados el Distrito y los promotores de la obra.

En palabras del exsecretario Ortiz, las dos partes están sentadas en la misma mesa, en el que el sector privado financiará el total de las obras y el Distrito aportará los convenios para aprobar diseños, realizar el seguimiento y vigilar que se cumplan las normas técnicas.

“Ese fideicomiso va a trascender durante cuatro o cinco alcaldías. Esto demuestra que las ciudades deben pensar en obras que trasciendan a las administraciones para hacer cosas grandes, no seguir haciendo cositas en cuatro años”, añade.

El futuro de Lagos de Torca

Según la administración de Claudia López, de los 34 planes parciales, cinco están aprobados y diez están en trámite. Entre tanto, las obras de la Avenida Polo Occidental, el sendero ambiental Chamicero y varios proyectos de vivienda en la zona iniciaron este miércoles 5 de octubre.

“No queremos que esta nueva Bogotá sea como la antigua Bogotá, donde a la gente le toca moverse dos horas de donde vive a donde trabaja. Esta queremos que sea la ciudad de 15 minutos”, expresó la mandataria durante el evento en el que estuvo con la gerente del fideicomiso y el subsecretario del Hábitat, Javier Baquero.

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La Avenida Polo Occidental logrará la conexión entre la Autopista Norte y la Avenida Boyacá, beneficiando a más de un millón de personas, a través de un trazado que busca descongestionar la zona norte.

En cuanto al sendero Chamicero, este conectará los elementos de la estructura ecológica principal presentes en Lagos de Torca bajo principios de urbanismo sostenible con la naturaleza.

“Con este tipo de proyectos, Bogotá se consolida como una ciudad visionaria de cara a las necesidades de armonizar el desarrollo urbano con la protección del medio ambiente”, agregó el subsecretario de planeación y política de la Secretaría Distrital del Hábitat, Javier Baquero.

Sin ir más lejos, Lagos de Torca empezó a ser una realidad y será complejo que algún alcalde futuro pueda echar para atrás los compromisos, como el fideicomiso, adquiridos desde la administración pasada y será responsabilidad de los futuros alcaldes su concreción.

Como lo dijo, Andrés Ortiz, “un proyecto de estos necesita de varios alcaldes. El POZ Norte estaba desde 2004 y no lo habían sacado adelante. Se requería sacar el instrumento de planeación y de financiación. Es el proyecto más ambicioso en espacio público”.

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Redacción Bogotá

Por Redacción Bogotá

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