Este miércoles, luego de que la Policía detuvo a Gabriel González Cubillos quien fue señalado de ser el presunto asesino de su hijo Gabriel, en Melgar, Tolima, la Procuraduría solicitó a los comisarios de familia de la localidad de Usme, en Bogotá, para que informen las medidas que adoptaron en el proceso por violencia intrafamiliar que, al parecer, existía en contra de la madre del menor asesinado.
Lo que busca determinar el Ministerio Público es si se activaron las rutas de atención específicas ante otras entidades, especialmente, en relación con la mujer víctima y su hijo. Del mismo modo, el órgano de control le solicitó a la directora Regional Bogotá del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), informar si se adelantó un proceso administrativo de restablecimiento de derechos del menor de edad y demás información que permita identificar la presunta vulneración de derechos que existió en ese núcleo familiar.
En este caso, la Procuraduría creó grupos especiales para intervenir en el proceso penal que se adelante contra Gabriel Enrique González Cubillos, y en materia de familia para verificar el estado de las actuaciones y medidas adoptadas por las autoridades administrativas que en este caso corresponde como veedurías a las comisarias o defensorías.
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El asesinato del pequeño Gabriel tiene consternado al país por las condiciones en las que ocurrió. Lo que ha trascendido es que, al parecer, Gabriel González, planeó en detalle el deceso de su hijo. Todo, supuestamente, quedó consignado en una memoria USB que dejó en un baño para que la madre del menor la encontrara y conociera de este hecho.
El niño fue asesinado en la habitación 205 del Hotel del Rey, en Melgar (Tolima). Lo que se conoce es que Gabriel González de 50 años habría cometido el crimen para vengarse de su expareja, de quien se había separado hace cinco meses. La mujer sostuvo una relación sentimental durante un poco más de seis años, pero denunció maltrato físico y se alejó.
Esta es la cronología de los hechos:
Según las investigaciones, todo comenzó el primero de octubre, cuando el padre de Gabriel Esteban fue a recogerlo a casa de su madre para llevarlo a una celebración familiar de amor y amistad en el Parque Simón Bolívar, en Bogotá. Luego de finalizar la reunión, Gabriel González, padre del niño, anunció que llevaría al pequeño a la casa de su madre, en la localidad de Usme.
El hombre fue hasta la residencia del menor de edad, en Usme, para recogerlo y allí le pidió a la madre que le dejara usar el baño. Allí habría dejado escondida una memoria USB con información. Hacia las nueve de la noche, González le escribió a su hermana que no regresaría y que buscara algunas de las cosas que había dejado en su moto, ubicada en el barrio Castilla, de Bogotá.
Al acercarse a la moto, la hermana encontró ocho millones de pesos y un documento con indicaciones de cómo usar sus pertenencias. Hacia las diez de la noche, el hombre le avisó a la madre del niño sobre la USB que habría dejado en su baño. Al revisar el material en la memoria, la madre encontró dos videos: uno donde González le reclamaba a ella por situaciones que habían vivido durante su relación amorosa y otro en el cual le anunciaba que el niño perdería la vida.
En ese momento, la madre informó a las autoridades en el municipio de Tocancipá, donde residía el hombre. Allí, las autoridades activaron la red de búsqueda y control. Revisando las cámaras de seguridad, las autoridades encontraron que González se había desplazado hacia Melgar, un municipio en el departamento del Tolima, a dos horas de Bogotá.
En las imágenes fílmicas que existen del lugar se evidencia cuando Gabriel ingresa con su padre y mira con atención un acuario mientras su presunto victimario hace el ingreso al hotel. Sobre las 3:00 de la mañana, según un chat que alertó a la madre del menor de la muerte habría ocurrido el crimen. El administrador del sitio en el que sucedieron los hechos entregó su testimonio a Noticias Caracol. “El señor llega el domingo en la noche alrededor de las 10:30 p.m., lo trae un taxista que lo recogió en el terminal”, dijo y añadió que no notaron ningún comportamiento extraño.
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