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Luego de que la Unidad de Mantenimiento y el Orden -UNDMO-, antes Esmad, interviniera la protesta frente a un colegio Distrital, en la localidad de Bosa, donde se manifestaban niñas, jóvenes, padres de familia y organizaciones feministas, este martes 2 de abril se retomó el plantón en rechazo a la denuncia de abuso sexual, del que manifestó haber sido víctima una niña de tan solo 5 años.
El caso fue conocido el pasado 27 de marzo cuando la mamá de la menor la llevó al Hospital Virrey Solís de las Américas, luego de percatarse que su hija estaba sangrando en su parte íntima, argumentando que se había caído. Sin embargo, en urgencias le contó al personal médico del abuso que había sufrido, señalando como responsable a su compañero de 7 años.
Y es que, según la mamá de la víctima, la menor también venía siendo matoneada física y psicológicamente por el mismo niño, pero asegura, la docente hizo caso omiso a la alerta y prefirió dejarlos solos y castigados en un salón donde “él le quitó su ropa interior y con un palo le chuzó su parte íntima (...) En urgencias corroboraron que tenía un desgarre”.
Desde la Fiscalía indicaron la apertura de una investigación para determinar “la posible ocurrencia de los hechos en tiempo, modo y lugar, para lo cual se designó a un equipo especializado de la Unidad de Delitos Sexuales. Asimismo, se adelanta una indagación para establecer la posible responsabilidad de alguno de los adultos que estaban en posición de garantes de los menores en ese momento”.
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Por su parte, el ICBF abrió un proceso administrativo de restablecimiento de derechos en favor de la niña, otorgándole atención psicosocial.
Ante la denuncia de los padres de familia por la falta de protección a sus hijos por parte de la Institución Educativa Distrital y la presunta omisión en la atención efectiva en este tipo de casos, el secretario de Gobierno Gustavo Quintero indicó que han venido prestando acompañamiento a la menor y su familia en dos dimensiones: atender la situación inmediata y urgente, “pero también buscar cuáles fueron las causas estructurales porque no puede volver a suceder”.
Asimismo, ante las manifestaciones del lunes explicó que la intervención de una tanqueta se dio cuando la rectora necesitaba salir por un percance de salud y “encapuchados que habían estado agrediendo al colegio no la dejaban”.
Finalmente, desde la secretaría de Educación instalaron una mesa de diálogo en el colegio con representantes de las familias, donde la entidad distrital se comprometió a formular un plan de acción para el necesario mejoramiento de la convivencia escolar en un colegio de alrededor de 6.000 estudiantes, en la que padres y madres de familia asumirán un rol de corresponsabilidad relevante; y un seguimiento semanal a situaciones institucionales y administrativas para evitar las retaliaciones y hacer seguimiento al plan de acción pactado para el colegio.
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Por Redacción Bogotá
