Laura González ha sufrido los traumatismos de las obras del Metro en la Avenida Caracas, en especial con el cierre de la estación de Transmilenio de la calle 57, que le implicó una serie de incomodidades. Pero eso terminará este sábado 16 de agosto, cuando se habilite la estación temporal en este sector, con la que se garantizará el servicio troncal mientras avanzan los trabajos de cimentación y construcción del viaducto. Su reapertura llega luego de un mes de retraso, según el informe de interventoría.
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Antes de decantarse por esta alternativa, la Alcaldía, Transmilenio y la Empresa Metro discutieron tres opciones: construir la estación en los andenes laterales; hacerlo en vías alternas, cercanas a la troncal, o en el separador central, como al final se decidió, a pesar de la polémica que ya se había enfrentado con la estación temporal de la calle 34, que quedó con una columna del viaducto en la mitad, la cual los usuarios deben bordear.
Sin embargo, tal parece que la necesidad de transporte es mayor que esa situación. Para Ximena Londoño, por ejemplo, esta estructura en mitad de la estación no representa incomodidad, ya que la estación es más amplia. “Es grande. No estorba. Pero en hora pico hay demasiada gente. En cuanto a mi recorrido, sí ha sumado tiempo cuando voy al Portal de Usme. Me demoro más de una hora”, asegura.
Según la Empresa Transmilenio, estas estaciones, fabricadas a partir de las estructuras desmontadas originalmente, cuentan con dos o tres vagones y son de 6,2 metros de anchas, 1,2 metros más que las anteriores. Además, en las zonas de transición donde ubican columnas, existe un ancho libre de 1,5 metros a cada lado, asegurando la circulación peatonal. “El flujo de gente es normal. No es colapsado. Es una buena estación”, dice Kaleth Parraga, cantante que trabaja en los buses del sistema.
El dolor de cabeza, eso sí, está en el tiempo de desplazamiento, pues recorrer los 4 kilómetros de la Avenida Caracas, por donde construyen el viaducto, antes demoraba 20 minutos y ahora son casi 40 en hora pico. Producto de las afectaciones en el sistema, por el proyecto férreo, Transmilenio reportó una pérdida del 17% de usuarios, los cuales, al parecer se han repartido por otras estaciones como la del Museo Nacional (+67,3%), la NQS Central (+15,3%) y la Calle 13 (+16,3%).
¿Cuándo se instalarán las otras estaciones temporales?
En total serán nueve estaciones temporales de Transmilenio, que se instalarán en el corredor de la Avenida Caracas así:
- Tres en el costado sur (Hospital, Av. Jiménez y calle 22) las cuales cuentan con la respectiva revisión y comentarios de la interventoría y se encuentra en atención de observaciones del concesionario.
- Seis en el costado norte: calle 34, que funcionará hasta octubre de 2025; calle 39, que se instalaría en octubre y operaría hasta marzo de 2026; calle 57, Marly y Flores, que debían estar listas en julio y funcionarían hasta mayo de 2026, y finalmente la estación calle 76, que se inauguraría en enero de 2026 y operará hasta mayo de ese año.
La pregunta que varios usuarios se plantean es si las estaciones definitivas ¿también quedarán con una columna atravesada? La Empresa Metro explicó que eso no ocurrirá y una vez concluyan los trabajos del viaducto, estarán ubicadas en zonas con columnas tipo pórtico (o columnas dobles). Y algunas de estas estaciones definitivas, tendrán conexión con las estaciones del Metro de Bogotá.
El Metro avanza, pero sus rutas alimentadoras no
El avance físico de ejecución de la Primera Línea del Metro se encuentra en 60%. Ya son cerca de 7 de 23,96 km de viaducto construidos. De seguir al ritmo actual, la ciudad podría contar con su primera línea operativa el 15 de marzo de 2028, como dice el cronograma. Sin embargo, el éxito de esta megaobra también está en la red de infraestructura complementaria que lo conecte eficientemente con el resto de la ciudad y ahí hay serios retrasos.
El programa Bogotá Cómo Vamos, en su segundo boletín trimestral del año, encontró que las troncales alimentadoras: Avenida 68, Avenida Ciudad de Cali y Carrera Séptima, han enfrentado obstáculos en su ejecución, y los márgenes de tiempo para que todo el sistema entre en operación de forma simultánea se han vuelto cada vez más reducidos.
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En primer lugar, el corredor de la Av. 68, de 17 kilómetros, se ejecuta en 9 grupos con diferentes contratistas, que presentan avances disímiles, incluso en tramos contiguos. Mientras el Grupo 5 (sobre la calle 26) avanza con más del 96%, el Grupo 6 (borde del parque Simón Bolívar) fue sancionado por incumplimientos y es el más atrasado.
Las obras iniciaron en febrero de 2021 y su terminación original estaba prevista para febrero de 2026, pero la fecha estimada de entrega (último grupo) ahora está para agosto de 2027. Unos 18 meses de retraso. “Los retrasos han generado afectaciones significativas en la movilidad, seguridad y tranquilidad de la zona”, resalta el programa.
La Avenida Ciudad de Cali, a pesar de ser una troncal más corta (7km) que la de la Avenida 68 (17 km), los retrasos han sido mayores. Mientras los grupos 1, 3 y 4 están casi terminados, el contratista del Grupo 2 incurrió en incumplimientos de manera reiterativa, lo que obligó al IDU a declarar la caducidad del contrato. Ahora se requiere una nueva licitación para adjudicar el tramo a un nuevo contratista, para que termine la obra.
Esta troncal conectará zonas densamente pobladas como Bosa y Ciudad Verde (Soacha) con el Metro. “Aún es posible que entre en operación la totalidad del corredor antes del 2028, pero solo si se actúa con agilidad”, insta Bogotá Cómo Vamos.
Y, finalmente, el corredor de la carrera séptima llegaría año y medio después de la inauguración del Metro, en el mejor de los casos. Durante la pasada administración se avanzó con el diseño del Corredor Verde y se abrieron licitaciones para sus tres tramos. Sin embargo, en agosto de 2024, la actual administración revocó las licitaciones de los Tramos 1 y 2 (entre calles 24 y 99), dejando solo adjudicado el Tramo 3 (calles 99 a la 200, que se conectaría por medio de un intercambiador en la Calle 100 con la troncal Av.68), cuyas obras aún no inician.
Con este panorama, el programa resaltó que el IDU, “debe continuar actuando de forma decidida ante incumplimientos, como ya lo ha hecho con sanciones y caducidades contractuales”. “Garantizar una red de alimentación robusta es una condición estructural para que el sistema masivo (Metro) opere con eficiencia técnica y viabilidad financiera”, agregó.
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Los miles de usuarios que transitan por el corredor de la Avenida Caracas siguen en silencio padeciendo los trancones a la espera de un megaproyecto que dé solución a una ciudad que crece exponencialmente. Mientras tanto, esperan que las estaciones temporales, entregadas a tiempo, sirvan para una espera de todavía tres años.
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Por María Angélica García Puerto
