Bajo nivel en embalses: si bien aún no hay riesgo, hay que ahorrar agua en Bogotá

Embalse de San Rafael - Embalses de Cundinamarca

Foto: Mauricio Alvarado / El... - Mauricio Alvarado

Un informe reciente sobre el estado de los embalses y cuerpos lagunares en la sabana de Bogotá y sus alrededores demuestra que continúa la tendencia en la disminución de los niveles de agua, sin revestir mayores riesgos en el suministro de agua. Si bien aún no se avizora un desabastecimiento, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y el Acueducto de Bogotá sí lanzaron un llamado urgente a los ciudadanos para que tomen medidas y ahorren agua.

El informe abarca ocho embalses y tres cuerpos lagunares, de los cuales se proporcionan datos detallados sobre su capacidad, volumen anterior, volumen actual, estado, descarga, capacidad de regulación y tendencia, ya sea ascendente o descendente.

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Los resultados muestran una disminución en la mayoría de los embalses, lo que indica un agotamiento de los recursos hídricos en la región. Frente a esta situación, se insta a la población a adoptar medidas para reducir el consumo de agua y contribuir a su conservación.

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La región cuenta con ocho embalses. De estos, cinco están divididos en “agregados” o sistemas interconectados y que suplen a la capital del agua: el agregado Norte, Sur y el sistema Chingaza. Para este 19 de marzo, los tres agregados, -el Norte, Sur, y Chingaza están en nivel “descendente”, lo que no significa que esté en riesgo según la CAR, pero tampoco es del todo favorable.

Solo el sistema Agregado Sur estaba estable el pasado 11 de marzo. Según el reciente registro de los tres sistemas que abastecen de agua a Bogotá y municipios vecinos, el nivel de llenado en el sistema norte se encuentra en un 56, 74 %, el sistema sur en un 49, 51 % y el sistema Chingaza en un 19, 60%.

Entre las recomendaciones emitidas se incluyen prácticas para el ahorro del agua en el hogar, como reparar fugas, utilizar tecnologías eficientes en el uso del agua y reducir el tiempo de ducha. Además, se destaca la importancia de adoptar prácticas sostenibles en el riego de jardines y cultivos, así como en el uso industrial del agua.

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