Bogotá 24 horas: ¿la ciudad está preparada?

En la medida podrían entrar entidades bancarias, restaurantes, instituciones educativas, entre otros. / Archivo.

Lograr que la ciudad funcione comercialmente tanto de día como de noche, para disminuir el empleo y mejorar el desarrollo económico de es la filosofía de una iniciativa que siempre ha estado en el ambiente, pero que solo ha coleccionado fracasos: Bogotá 24 horas. En esta oportunidad, la actual administración estudia de nuevo ponerla en marcha, pero ¿la capital sí está preparada?

Al menos, en la historia reciente, la propuesta se empezó a discutir en la adminsitración de Gustavo Petro, en la que se propuso que varios sectores de la capital como los establecimientos de servicios, de comercio, el transporte y los restaurantes se unieran para extender sus horarios. En aquel entonces, uno de los más interesados en la iniciativa fue Asobares, gremio que asocia a los establecimientos nocturnos de Bogotá, que pedían que les extendieran los horarios hasta las 6:00 a.m. 

Luego de varias discusiones, solo se pudo avanzar en el piloto de un programa que denominaron zona de rumba segura, en la que se les extendió el horario a varios establecimientos que cumplieron una serie de condiciones en materia de servicios y seguridad. Durante meses se monitorearon algunos sectores, para conocer la incidencia de la actividad en el orden público. Luego, en la administración de  Enrique Peñalosa se retomó la idea, pero también fracasó y lo único que quedó fue la evolución de las zonas al sello seguro, que certificaba qué negocios podían operar hasta el amanecer. 

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Con la llegada de la nueva administración, por tercera vez, el tema se pone sobre la mesa. Incluso, ya hablan de una prueba piloto. No obstante, las experiencias pasadas perminten hacer una pregunta ¿cuáles fueron las piedras en el camino, que llevaron a que fracasara la propuesta? Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá, aseguró que los tropiezos siempre han sido los mismos: la movilidad y la seguridad.

Por un lado, en las noches la oferta de transporte es escasa y costosa para muchos. De ahí, que se deba pensar en una estrategia para poner al servicio Transmilenio o algunas rutas del SITP, no solo para quienes salen a realizar diligencias, sino para los que trabajarían en las noches. Por otro lado, está la seguridad, que implicaría crear una nueva estrategia de seguridad para garantizar la vigilancia en las zonas donde se concentre la actividad y en el transporte. Por ejemplo, pensar solo en Transmilenio sería todo un reto.  

Y el asunto es que la ciudad tiene un déficit policial. Según el Secretario de Seguridad, Hugo Acero, se supone que Bogotá debería contar con 300 uniformados por cada 100.000 habitantes, pero solo tiene 229. Es decir, debería estar protegida por casi 24.000 uniformados y hay menos de 19.000. Si se aprobara la propuestas, sin lugar a duda, se requeriría más personal de seguridad.  

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¿Un negocio no tan rentable?

Sin embargo, reconoce que no todo es tan sencillo, pues si bien la ciudad mejoraría a largo plazo, los sectores que harían parte de la medida tendrían que afrontar, al menos durante los primeros meses, momentos complicados, pues tendrá que presupuestarse en cuento a los costos operativos y de personal, en los que se deben incurrir para poner a funcionar un negocio las 24 horas. “En necesario explicar que los gremios que se unan, sean públicos o privados, tendrán que afrontar pérdidas en los primeros meses, pues no todo es tan fácil”, aseguró Orrego. 

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Según el dirigente de Fenalco de la capital, las pérdidas serían mientras los habitantes se acostumbran a realizar en la noche algunas diligencias que habitualmente hacen de día. Sin embargo, puede que, al conocerse este panorama, muchos prefieran no arriesgarse.Por ahora, la idea está sobre la mesa y está siendo estudiada por la Secretaría de Desarrollo Económico, Fenalco, las secretarías de Movilidad y Seguridad, así como Transmilenio, que evalúan las posibilidades para mantener la ciudad activa durante las 24 horas. 

Orrego espera que “apoyen” la medida, y que, a pesar de las pérdidas que en principio podrían afrontar, los gremios que se unan y se anime no solo el sector público sino también el privado. “Esperamos que el primer piloto se realice finalizando este mes (marzo), o iniciando el otro (abril)”, aseguró.  A pesar de que ya se tengan  posibles fechas para realizar el piloto, falta ver que tanta probabilidad existe de que se lleguen a cumplir las expectativas, pues debería tener una planeación sólida que logre reunir todos los puntos necesarios para hacerla realidad. 

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