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Con gran temor e incertidumbre, los pasajeros de un bus intermunicipal tuvieron que ver el vehículo que los transportaba era totalmente incinerado por una banda delincuencial. De acuerdo con la versión entregada por las autoridades, el automotor de transporte vinculado a la empresa Cootransfusa fue interceptado durante la noche del jueves 29 de agosto por cuatro individuos en la vía que conduce de Bogotá a La Cabrera.
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Tras obligar al conductor a que detuviera el vehículo en plena carretera, los cuatro presuntos delincuentes forzaron a los pasajeros a que se bajaran del microbús. Una vez se bajaron todos, los sujetos en cuestión incineraron el automotor con antorchas de fuego.
Al mismo tiempo, mientras el vehículo ardía y se consumía por la voracidad de las llamas, los pasajeros eran despojados de sus pertenecías mientras eran intimidados con un arma de fuego. Luego de recopilar celulares y pertenencias de valor, los individuos huyeron en una motocicleta aprovechando la oscuridad de la noche.
Sin embargo, al ser notificados del hecho, la Policía de Cundinamarca, en compañía con el Ejército Nacional, desplegaron un operativo, tipo plan candado, con el cual ubicaron a los presuntos responsables de incinerar el bus. Después de dar con su paradero, los uniformados efectuaron los procedimientos de requisa a los recién detenidos. Uno de ellos, era un adolescente de 17 años, que fue aprehendido para el restablecimiento de sus derechos.
De esta manera, las autoridades lograron la incautación de una motocicleta, un arma traumática tipo pistola y 3 equipos celulares, asimismo se logra recuperar un teléfono celular que le fue hurtado al conductor del microbús incinerado.
Estas personas fueron conducidas ante la autoridad competente para responder por los delitos de incendio, daño en bien ajeno, Porte ilegal de arma de fuego y hurto. Bajo esta misma línea, las autoridades indagan sobre presuntas prácticas extorsivas que los detenidos efectuaban a las empresas de transporte intermunicipal que se movilizan por este corredor. Al parecer, estas personas se hacían pasar por grupos armados al margen de la ley para amedrentar a sus víctimas y cobrarles la respectiva extorsión.
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Por Redacción Bogotá
