Este miércoles un juez de control de garantías definirá si Paul Naranjo, uno de los dos investigados por la muerte de la joven Ana María Castro, irá o no a prisión. La audiencia comenzó en la tarde del martes, en el que la Fiscalía alcanzó a imputarle el delito de feminicidio agravado, cargo que él no aceptó. La tercera parte de la diligencia, en la que se definirá la medida de aseguramiento, quedó para la tarde de este miércoles.
Paul Naranjo se entregó a la Fiscalía el pasado lunes 8 de febrero, hacía las 4:00 p.m. Aunque su entrega estaba programada para hace más de una semana, esta se retrasó debido a que su defensa todavía estaba tratando de convencer al ente acusador de modificar la imputación.
El defensor, Jhon Cadena le había contado a El Espectador que buscaba que la imputación no fuera por feminicidio agravado sino por homicidio culposo, pues “no hay cómo probarlo y, como mucho, es un homicidio culposo”. Sin embargo, la Fiscalía no aceptó este cambio.
Los hechos se presentaron en la madrugada del 5 marzo del 2020. Ana María Castro, Paul Naranjo, Julián Ortegón y Mateo Reyes salieron de un establecimiento ubicado en la zona de bares de la calle 116. Los cuatro jóvenes, tras visitar dos bares de la zona se montaron en la camioneta de Paul Naranjo, rumbo al apartamento de Julián Ortegón. Aunque Mateo Reyes no era amigo de ellos, Ana María Castro se negó a dejarlo solo y finalmente los cuatro emprendieron el viaje hacia el barrio Pontevedra.
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La hipótesis que maneja la Fiscalía es que, sobre la calle 80, se presentó una pelea entre los ocupantes del vehículo. Paul, quien conducía el carro y al parecer pretendía a Ana María, se molestó al ver por el retrovisor que ella y Mateo venían besándose. Luego de esto, según expuso el fiscal, Ana María “fue privada de su libertad de locomoción, golpeada y luego lanzada en la vía pública, donde sufre un politraumatismo (...) luego emprenden la huida, dejándola a su suerte”.
Las razones del delegado de la Fiscalía para imputar a Naranjo por feminicidio fueron que el joven habría ejercido “control y dominio por celos, porque Ana María bailó y se besó con Mateo”. Según dijo, se trató de un feminicidio debido a que los coautores (Ortegón y Naranjo) actuaron bajo estereotipos de género sobre los comportamientos de una mujer en sociedad.
La Fiscalía pidió medida de aseguramiento en centro carcelario, pero el abogado de Naranjo solicitó una alternativa “menos invasiva”, como el arresto domiciliario y que el joven se presente cada ocho días a la Fiscalía. Hoy, un juez de control de garantías será el que debe definir si Naranjo deberá esperar su juicio en prisión o no.