La Secretaría de Salud de Bogotá cerró el pasado lunes un hogar geriátrico en el norte de Bogotá. Dos de los cuatro abuelos que habitaban el lugar, presentaban hematomas en diferentes partes de su cuerpo.
Una llamada al 123 hizo posible que los abuelos fueran atendidos y trasladados a otro hogar.
Isabel Forero, encargada del ancianato asegura que no es responsable por los hematomas encontrados. La Secretaría de Salud declaró que el lugar tampoco contaba con las medidas higiénicas para seguir funcionando.
Por El Espectador
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