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En tres días, la localidad Kennedy reporta tres casos de justicia por mano propia. Uno ocurrido la mañana del lunes en el barrio Carvajal, donde el conductor de un Mercedes arrolló a delincuentes en moto que pretendían robarlo, quitándole la vida a uno de ellos. Este martes, en horas de la mañana, un delincuente terminó muerto en el sector de Techo después de que un ciudadano, al parecer, esgrimiera un arma de fuego al percatarse de un asalto.
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Según la Policía Metropolitana de Bogotá, sobre las 8:40 a.m. recibieron la alerta de una balacera en la calle 6b con carrera 80g. “Nuestro cuadrante se trasladó al sitio y encontró a un ciudadano de 26 años, quien estaba manejando una motocicleta de alto cilindraje y cuyo cuerpo se encontraba sin vida. De manera inmediata se reporta a investigación criminal”, señaló el coronel Pascual González.
El presunto ladrón murió al instante en la acera, al lado de la motocicleta implicada en el hurto. Las labores de levantamiento se extendieron a lo largo de la mañana. La policía judicial realizó el levantamiento del cuerpo y verificó las versiones de los testigos para esclarecer los hechos y verificar si el ciudadano que disparó aplicó o no la legítima defensa y si el arma que usó estaba en regla. “Testigos informan que un ciudadano víctima de hurto esgrimió un arma de fuego e impactó en varias oportunidades al delincuente. El fallecido tenía una anotación por homicidio culposo”, añadió pascual.
Los casos de justicia por mano propia se han vuelto regulares en Bogotá. Un día antes de este suceso, en Kennedy, un conductor de un vehículo de alta gama se vio envuelto en un enfrentamiento con dos presuntos ladrones en el barrio Carvajal. Según la información entregada por las autoridades, la víctima, quien se encontraba conduciendo un Mercedes Benz, fue interceptada por dos sujetos en motocicleta, los cuales aparentemente intentaron robarlo. En una persecución, el conductor embistió a los motociclistas, lo que ocasionó un choque con un bus del SITP y una camioneta en la carrera 72 con calle 38 sur. Uno de los presuntos delincuentes falleció en el lugar.
El domingo, un día antes del caso del Merdeces Benz, también se presentó otro caso que involucró a un escolta y dos delincuentes. Los hechos ocurrieron durante la noche del domingo 15 de septiembre en los alrededores de la carrera 50 con calle tercera. En este lugar de la localidad de Puente Aranda, el funcionario adscrito a la DIPRO se encontraba esperando a que el magistrado lo llamara para recogerlo de un concierto, al que este asistía. Mientras aguardaba dicha orden, el escolta fue abordado por un grupo de dos delincuentes que se acercaron con la intención de robarle la camioneta en la que se transportaba.
Tras percatarse de esta novedad, el escolta también desenvainó su arma de dotación, y disparó contra dos de los ladrones que estaban armados. Luego de un leve intercambio de disparos, los presuntos delincuentes escaparon. Uno de ellos llegó a un hospital con heridas de bala y falleció en el centro asistencial.
Ya que la vida es un derecho fundamental, quienes causaron la muerte de estas personas entrarán a un proceso judicial por homicidio. El abogado Juan David Baquero agrega que el principio de la legítima defensa, enmarcado en el artículo 32 del Código Penal, se justifica cuando el acto del que se defiende el procesado es “injusto e inminente” y se demuestra que obra con el objetivo de defender un derecho propio o ajeno, de igual o mayor importancia que el sacrificado. “Puede ser la defensa del derecho a la vida, la propiedad privada, y a la integridad física, ya sea propia, de un familiar o de un tercero”, indica. A pesar de que toda vida tiene el mismo valor para el Estado colombiano, si se demuestran que en este caso aplican alguna de estas causales, la justicia podría omitir la sanción penal y dejarlo en libertad.
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Por Redacción Bogotá
