La jornada de manifestaciones en rechazo al abuso policial, el cual cobró fuerza esta semana por los actos cometidos en contra del abogado Javier Ordóñez, ha significado la muerte de 13 personas (10 en Bogotá y tres en Soacha), además de al menos 209 civiles lesionados y 194 policías heridos. Ante este panorama, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quiere que la violencia pare y, para ello, ha organizado una jornada de perdón y reconciliación.
Mediante esta jornada, Claudia López quiere honrar a los lesionados, pero también a las víctimas fatales, las cuales son: Julieth Ramírez, de 18 años; Cristian Camilo Hernández, de 26; Jaider Fonseca, de 17; Germán Puentes, de 25; Andrés Rodríguez, de 23; Angie Paola Vaquero, de 19; María del Carmen Viuvche, de 40; Jesús Arias, de 17; Cristian Hurtado, de 27; Stiven Mendoza, de 26, y Julián Mauricio González, de 27, son los nombres identificados de forma oficial como fallecidos durante las jornadas de protestas.
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Según lo explicado por la alcaldesa, se busca que esta sea un evento ecuménico, es decir, que congregue a todas las personas, independientemente de la postura ideológica que tenga frente a lo ocurrido. La jornada se realizará en tres tramos, arrancando a las 10 de la mañana en la Plaza de Bolívar.
“Quiero invitarlos a una jornada de perdón y reconciliación en nuestra ciudad. A las 10 am los invito a que a través de canal capital y las redes sociales de la Alcaldía nos acompañen a empezar el día con una celebración ecuménica en honor a todas las víctimas fatales y heridos de nuestra ciudad esta semana. Queremos honrar su memoria, acompañar a sus familias, expresar nuestras condolencias, nuestro genuino perdón por lo que ocurrió y empezar un proceso de reconciliación”, dijo la mandataria.
El segundo bloque comenzará a las tres de la tarde. Allí se espera hacer un acto de reconciliación con los jóvenes de la ciudad y se permitirá que se manifiesten a través del arte y la música. “Queremos que sepan que queremos para ellos una vida en paz, con oportunidades que honren sus ilusiones”, expresó López.
Finalmente, a las seis de la tarde, la jornada finalizará con una velatón y un cacerolazo. Según López, la vela es el símbolo que honra la memoria de las víctimas, mientras que la cacerola representa la indignación pacífica. “No es hora de callar, es hora de tener verdad, justicia y reforma, para que haya un genuino proceso de reconciliación, de reconstrucción de la confianza con la ciudadanía, la juventud y las instituciones”, concluyó.