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En Bogotá, las decisiones sobre movilidad siempre provocan resquemores, pero pocas han encendido tanto el debate regional como la anunciada medida de la Alcaldía: imponer un pago adicional del 50 % para que vehículos matriculados fuera de la capital puedan circular los sábados bajo pico y placa. La candidata presidencial Claudia López respondió sin rodeos. Para ella, el anuncio es “injusto, discriminatorio y contrario a la integración regional” que ha tomado décadas construir.
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López, exalcaldesa de Bogotá y principal impulsora de la Región Metropolitana Bogotá–Cundinamarca, reprochó que la administración de Carlos Fernando Galán tome decisiones unilaterales en temas que afectan la vida diaria de miles de personas que cruzan la frontera invisible entre Bogotá y los municipios vecinos para estudiar, trabajar o abastecerse.
“Bogotá no puede cerrarle la puerta a la región”, afirmó, insistiendo en que los habitantes de Cundinamarca no matriculan fuera por capricho, sino por costos que Bogotá nunca ha logrado equilibrar.
El reclamo se une a otras preocupaciones sobre la nueva medida. Expertos consultados por El Espectador señalan que el pico y placa de los sábados para carros foráneos no ataca las causas del trancón—infraestructura obsoleta, transporte público insuficiente y falta de coordinación regional—sino que abre otra vía de recaudo, similar a un peaje urbano encubierto. Y en medio de esa ecuación, quienes viven fuera de Bogotá quedan como los principales afectados.
López, en esa línea, advierte que la medida profundiza desigualdades ya existentes: “Castiga a miles de familias que dependen de una movilidad fluida con Bogotá”. La candidata insiste en que este tipo de decisiones deben discutirse en los órganos creados para eso, especialmente en la Agencia Regional de Movilidad, la instancia técnica que articula la circulación, infraestructura y estrategias comunes entre Bogotá y Cundinamarca.
“La imposición del Alcalde Galán no mejora la movilidad y sí aumenta la desconfianza con Bogotá”, señaló, recordando que incluso estrategias como el pico y placa solidario fueron diseñadas para regular volúmenes de tránsito, no como una “tributaria escondida”. Un escenario de retaliaciones entre municipios podría generar efectos contraproducentes: “Si Soacha y Chía respondieran con la misma medida, colapsamos todos”, advirtió.
La candidata presidencial también hizo un llamado directo a “rectificar”, insistiendo en que las políticas de movilidad se deben construir de manera coordinada: no para cerrar fronteras, sino para fortalecer un territorio donde la vida cotidiana no distingue en qué calle termina un municipio y empieza el otro.
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