Con arma de fuego asaltaron otro bus del SITP

Los operativos y el ‘plan mochila’ que lanzaron las autoridades en varios puntos de la ciudad –logrando frustrar cinco hurtos– no impidieron que los ladrones hicieran de las suyas en Rafael Uribe Uribe.

Redacción Bogotá
10 de febrero de 2017 - 12:13 p. m.
La Policía Metropolitana de Bogotá adelantó acciones de registro y control en los buses del SITP y en el sistema de TransMilenio a lo largo de este jueves. /Policía
La Policía Metropolitana de Bogotá adelantó acciones de registro y control en los buses del SITP y en el sistema de TransMilenio a lo largo de este jueves. /Policía

Ni los operativos que desplegaron a lo largo de este jueves las autoridades, ni medidas como poner policías encubiertos en los buses zonales, amedrentaron a los delincuentes que se tomaron los vehículos del SITP. Nuevamente, como ya es costumbre, hicieron de las suyas y perpetraron otro asalto masivo. (Lea: Conductores del SITP, cansados de robos) 

En esta oportunidad el hurto se registró en un bus provisional que se movilizaba a la altura del barrio Chircales, en la localidad de Rafael Uribe Uribe, donde cuatro delincuentes –que en esta oportunidad portaban armas de fuego– asaltaron a ocho pasajeros.  (LEA: Vuelve y juega: dos nuevos atracos en buses del SITP)

“Se subieron cuatro muchachos jóvenes, uno de ellos tenía un revólver y se lo puso en la cabeza a las personas que estaban adelante para intimidar a todos los pasajeros y así robar bolsos, celulares y billeteras”, relató un testigo de los hechos a la emisora Blu Radio.

De acuerdo con la Policía, dos de los delincuentes fueron capturados y, de hecho, fueron plenamente identificados por el conductor del bus; sin embargo, dado que ninguna de las víctimas presentó una denuncia quedaron en libertad.

En desarrollo de los operativos, no obstante, las autoridades frustraron cinco atracos masivos otros puntos de la capital del país. En uno de los casos, fueron capturadas cuatro personas en la localidad de Puente Aranda, quienes pretendían asaltar a los pasajeros con un machete.

Los usuarios no son los únicos cansados de la situación. La inseguridad se suma a una serie de condiciones laborales de los trabajadores del sistema (horarios, salarios y retrasos en pagos, entre otras) y acrecienta su descontento, tanto que ya hablan de un posible cese de actividades como protesta.

La inconformidad de los conductores la comparten otros empleados. La inseguridad afecta también a los encargados del recaudo, víctimas de constantes agresiones que han llegado a puntos extremos, como el pasado 15 de enero, cuando Leonardo Licht, de 22 años, fue asesinado en el cumplimiento de sus labores por pedirle a un hombre que no se colara en la estación Jiménez.

El alcalde Enrique Peñalosa le salió al paso a la situación el miércoles. Tras un consejo de seguridad, determinó que policías vestidos de civil irán ahora a bordo de los buses. Una estrategia similar ha funcionado para disminuir la delincuencia en las estaciones. (Lea: Policías vestidos de civil a bordo de los buses del SITP: nueva medida de Peñalosa) 

Así, el temor de la gente sigue en aumento. De hecho, la percepción de inseguridad en el transporte público por parte de los ciudadanos es crítica. Según una encuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá, realizada en el primer semestre de 2016, sólo el 17 % de los habitantes de la ciudad se sienten tranquilos en Transmilenio, y sólo el 23 % en el resto de buses. Para comparar: el 59 % se siente seguro en los taxis.

Por Redacción Bogotá

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