Crimen de porrista de Millos: testigo dice que le ofrecieron $10 millones para no declarar

En desarrollo de la audiencia pública este jueves, Juan Gabriel Billabón insistió en que vio supuestamente como Hugo Alejandro Zabaleta agredió a la joven y aseguró que no estaba ebrio cuando fue testigo del homicidio.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
10 de mayo de 2019 - 01:33 a. m.
Luisa Fernanda Ovalle Chávez. / Tomada de Twitter.
Luisa Fernanda Ovalle Chávez. / Tomada de Twitter.

“Un día un señor me llamó y dijo que su hijo estaba en la cárcel, y que si yo no iba a Paloquemao me daba $10 millones”. Este es uno de los apartes de la declaración que rindió este jueves ante un juez Juan Gabriel Billabón Guarnizo, considerado el testigo estrella de la Fiscalía en el caso del homicidio de Luisa Fernanda Ovalle, porrista del Millonarios asesinada el 30 de noviembre de 2013, en el parque Los Ángeles de Castilla, en Kennedy.

Bajo juramento, el hombre de 30 años, quien fue diagnosticado con “discapacidad cognitiva leve”, compareció en audiencia pública en el Complejo Judicial Paloquemao. En su versión de los hechos, insistió en que Hugo Alejandro Zabaleta Sossa, quien fue dejado en libertad el pasado 18 de febrero por vencimiento de términos, es el presunto asesino de la joven.  

Según Billabón, el día de los hechos, salió de la panadería en la que trabajaba, en el barrio Castilla, entre las 4:00 y 5:00 p.m. Se fue a un bar y consumió entre 11 y 12 cervezas. Cuando eran aproximadamente las 7:00 p.m., sostuvo, sintió ganas de entrar al baño del establecimiento, pero estaba ocupado. Entonces, resolvió salir a hacer sus necesidades en inmediaciones del caño en el que se perpetró el crimen de Luisa Fernanda.

“Salí a una parte cerca de un caño. Esa noche estaba lloviendo un poquito. Yo hice del cuerpo y escuchaba a ese muchacho diciendo ‘perra’, o algo así. Me paré, había una pareja, el muchacho estaba cogiendo a la joven. Ella gritaba ‘suélteme, suélteme’ y él la llevó a una parte oscura. Ella llamó a la mamá como dos veces ‘mamá ayúdeme’. El muchacho sacó el cuchillo y le hizo tres puñaladas en la parte de acá (señalando el tórax)”, aseguró el testigo.

Posterior a esto, dijo que regresó al bar, se tomó otra cerveza y la mujer que lo atendió le preguntó por qué estaba asustado, a lo que contestó: “No me pasa nada”. Agregó que unos 20 o 30 minutos después del crimen, vio al presunto homicida en un bar cercano en compañía de una mujer.

“El muchacho tenía un chaleco rojo. La cara es ‘afiladita’, es moreno, un poquito orejón. La ropa no me acuerdo (…) En el parque tenía un saco de capota y cuando llegó al bar tenía un chaleco rojo”, indicó Billabón, quien agregó que, al llegar a su casa, llamó a su mamá para contarle que había visto una muerte y la mujer le dijo “mire a ver qué hace”. (Le puede interesar: Testigos reconstruyen el crimen de la porrista Luisa Fernanda Ovalle)

El hombre manifiesta además que vio a Zabaleta Sossa en tres oportunidades más. Primero, cuando trabajaba en una quesera del barrio Castilla. En su reacción, llamó a la Policía para confesar que sabía quién supuestamente mató a Luisa Fernanda, pero cuando los uniformados llegaron al lugar prefirió no hablar porque “había mucha gente chismosa”. Sin embargo, contó que la Policía llamó a la Sijín y, finalmente, se decidió a hablar con los investigadores.

Después, declaró haberlo visto pasar en una bicicleta en compañía de un perro y decidió comunicárselo a uno de los funcionarios que le había tomado testimonio. Asegura que el investigador le mostró una foto de Zabaleta Sossa y él lo reconoció. Finalmente, aseveró verlo, una vez más, en un programa de investigación del canal RCN, cuando el acusado se encontraba con medida de aseguramiento en la cárcel La Picota.

En su testimonio, Billabón reiteró que el haber visto por la televisión a la mamá de Luisa Fernanda Ovalle llorando y pidiendo justicia en el caso de su hija, lo animó a declarar ante las autoridades. “No llamé antes por miedo. Si yo veo una cosa no me meto”, expresó.

El testigo clave de este caso agregó que, antes de la llamada en la que le ofrecieron dinero para que no atestiguara, un par de jóvenes llegaron a buscarlo a Rioblanco (Tolima) –de donde es oriundo y donde vive su madre– diciendo que eran amigos suyos de la panadería en la que trabajaba y que necesitaban hablar con él. Pero, cuando Billabón se comunicó con sus compañeros de la panadería, le dijeron que nadie lo había ido a buscar. (Noticia relacionada: Los 30 detalles en asesinato de la porrista de Millos)

A lo largo de su declaratoria, el testigo insistió en la veracidad de su versión y aseguró que no estaba ebrio cuando fue testigo del homicidio de la joven.

Pese a la versión del testigo, la defensa de Hugo Alejando Zabaleta cuestiona la veracidad de las afirmaciones entregadas por Billabón argumentando que se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas. En suma, expone que el resto de testigos que han comparecido en el caso coinciden en que la poca luminosidad del lugar impedía identificar características físicas específicas del agresor. 

El homicidio de Luisa Fernanda Ovalle ocurrió el 30 de noviembre de 2013 y pasaron cinco años para que la investigación diera un paso contundente. En agosto de 2018 las autoridades capturaron a Zabaleta Sossa como presunto responsable del crimen y un juez dictó medida de aseguramiento en la cárcel La Picota. Sin embargo, seis meses después, por vencimiento de términos, el hombre fue dejado en libertad. La Fiscalía ha presentado varios testigos entre vecinos del barrio Castilla y funcionarios que atendieron el caso, y se espera que, en la próxima audiencia, la defensa presente a sus declarantes.

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Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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