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La primera decisión que deberán tomar los 45 concejales, que se posesionarán el 1° de enero, será definir la cúpula de la corporación para el primer año de sesiones. Aunque tradicionalmente el partido mayoritario es el que debe asumir la presidencia, en esta oportunidad no parece tan claro.
La Alianza Verde, que logró 12 curules, sin posesionarse, aún no tiene una coalición fuerte. Además, la segunda bancada mayoritaria, el Partido Liberal (con siete curules) ha mostrado interés en el cargo. Si bien cada movimiento podría buscar por su cuenta apoyo de otros partidos, lo más fácil, dicen algunos, sería que verdes y rojos llegaran a acuerdos.
La puja es relevante si se tiene en cuenta de que se trata del primer año de gobierno de la alcaldesa electa, Claudia López, y quien asuma la presidencia no solo podrá determinar la agenda del año, sino el manejo del trámite del principal proyecto de la nueva administración: el Plan de Desarrollo de la mandataria 2020-2023.
Esto sin contar que hay otro tema de gran relevancia: el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Para aprobarlo cuanto antes, López necesitará la disposición del cabildo. Será una carrera a contrarreloj que incluye revisar el proyecto de Peñalosa o estructurar uno nuevo, socializarlo, impulsar la concertación ambiental y someterlo a discusión del Consejo de Planeación Distrital (CTPD), para cumplir su promesa de llevarlo al Concejo el próximo año.
Para esto, sin duda, el mejor aliado sería un presidente de su partido, Alianza Verde, que al momento solo cuenta con los cuatro concejales del Polo como aliados, con los que suman 16 votos de 45. De ahí que muchos insistan en la importancia de llegar a acuerdos, pues la elección de un presidente de otro partido podría hacerle un poco difícil al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, su tarea de sumar consensos para sacar adelante los primeros proyectos de la alcaldesa.
Lo que se sabe es que los liberales, por ahora, se han declarado independientes y no han definido su posición frente a la nueva administración. Los verdes tuvieron un almuerzo la semana pasada con los nuevos cabildantes del Partido Liberal, y aunque de ambas partes aseguran que se trató de una reunión para conocerse, también han comenzado a mover las fichas.
Interesados
El interés por la presidencia es grande en ambas bancadas. Por el lado de los liberales, se sabe que los siete cabildantes electos han mostrado interés y lo consideran un inamovible para llegar a un acuerdo con la Alianza Verde. “Todos tenemos intenciones de ocupar el puesto y adicionalmente creemos que el Partido Liberal debe ser el primero”, señala el concejal electo Germán García.
Por su lado, el partido de la nueva alcaldesa ha comenzado a barajar sus opciones. Por ahora se ventilan tres nombres: concejales que repiten como María Fernanda Rojas y Edward Arias o el de Diego Cancino, quien llega por primera vez a la corporación y fue el más votado de la lista. “Los tres tienen legítimas razones. Por ahora estamos en una fase de acercamiento. Ya hemos tenido encuentros con los conservadores e incluso con Cambio Radical”, indicó Martín Rivera, uno de los nuevos cabildantes de Alianza Verde.
Una tradición
Lo que dice la historia es que la bancada mayoritaria se queda con la presidencia del Concejo el primer año. En 2008 fue el Polo Democrático, que puso a la cabeza a Hipólito Moreno, tras una alianza con los partidos Liberal, Conservador y los independientes.
El 2012, quizás uno de los pocos años en los que se ha roto la tradición. Ese año, si bien la bancada mayoritaria fue la U, el primer presidente fue Darío Fernando Cepeda, del Partido Cambio Radical, tras un acuerdo con los liberales, los conservadores y los verdes, quienes hicieron oposición al gobierno de Gustavo Petro.
Por último, en 2016 retornó la costumbre. Cambio Radical fue bancada mayoritaria y logró alianzas con los liberales, el Centro Democrático y los verdes para elegir a Roberto Hinestroza como el primer presidente y luego turnarse el cargo. A él le siguieron Horacio Serpa (Liberal) y Daniel Palacios (Centro Democrático). El último año la alianza se rompió.
A pesar de la tradición, es claro que en esta oportunidad cualquiera de los dos partidos interesados en el cargo en 2020 primero tendrá que superar sus debates internos para definir su candidato y después poner a prueba toda su capacidad para sumar apoyos. Por ahora el panorama muestra que los verdes podrían buscar respaldo en Colombia Humana y los partidos minoritarios para tratar de asegurar mayorías. No obstante, los liberales tienen un gran chance con el Centro Democrático, Cambio Radical y los conservadores.
“Debemos tener una conversación sana, para poner las posiciones políticas sobre la mesa. Es un tema más de conversar y construir confianza, para demostrar que podemos hacer política de manera diferente”, concluyó Rivera. Por ahora nada está escrito, salvo que la nueva presidencia es decisiva desde el primer día de gobierno de Claudia López.
Al final, independiente del resultado, de todo este proceso solo quedará un mensaje: la fortaleza con la que arrancará la bancada de gobierno. Falta ver qué tanto está dispuesta a ceder la Alianza Verde para consolidar una fuerza mayoritaria alrededor de la nueva administración.