
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Habitantes de la vereda Churuguaco alto, del municipio de Tenjo, Cundinamarca, denunciaron que el pasado 20 y 21 de octubre, fueron arrasados más de 1.200 metros cuadrados de ecosistema de alta montaña, con la tala de más de 500 árboles nativos y 30 frailejones.
El ecocidio, señalaron, ocurrió dentro del Distrito de Manejo Integrado (DMI) de la Serranía de Juaica, un área declarada por la Corporación Autónoma Regional (CAR) como estratégica para la protección ambiental y hábitat de especies como el tigrillo, el venado de cola blanca, el zorro perruno, el coatí de montaña, colibríes, ranas sabaneras y el oso andino.
Lea más: Basuras en Bogotá: así planea el Distrito contrarrestar la problemática
“Lo que encontramos fue devastador: frailejones arrancados, árboles nativos cortados y el suelo removido en pleno corredor ecológico. Esto no puede llamarse conservación”, afirmó Adriana Munar, una de las propietarias afectadas del sector Juan del Monte.
¿Quién estaría detrás?
Según los testimonios de habitantes y líderes locales, los trabajos habrían sido realizados por empleados identificados con la empresa Ecoredd, en el marco de un contrato suscrito por la Empresa de Servicios Públicos Emsertejo, lo que —de acuerdo con la comunidad— podría vincular la ejecución a la Alcaldía del Municipio de Tenjo.
Aunque este diario buscó al alcalde del municipio, Iván David Nemocón, sobre esta presunta responsabilidad y los hechos en que se dio la tala, al termino de esta publicación no hubo respuesta.
CAR abrió investigación
El Espectador habló con César Mauricio Garzón, director regional Sabana Centro de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, quien señaló que ante la denuncia, realizaron una visita técnica donde identificaron una gran afectación ambiental en un área estimada de 7.220 m2 correspondiente a rocería y tala indiscriminada de especies nativas propias de los ecosistemas altoandinos y de páramo, entre las cuales se destacan: frailejones, quiches, tunos, alisos, romeros, helechos marraneros, encenillos, cucharos, arrayanes, laureles, mosqueteros y mortiños, entre otras especies.
Por consiguiente, aperturaron una investigación y adelantará las acciones correspondientes en el marco del procedimiento sancionatorio ambiental, conforme a lo establecido en la Ley 1333 de 2009, modificada por la Ley 2387 de 2024.
“La CAR Cundinamarca procederá a identificar la magnitud de los daños ocasionados, y calculando, con la ayuda de herramientas técnicas el área precisa de afectación y la identificación de los presuntos infractores”, concluyó Garzón.
Le puede interesar: Vías sin pavimentar y transporte de carga: altos contaminantes del aire en Bogotá
La Serranía de Juaica, además de su riqueza ecológica, es conocida a nivel nacional por su valor cultural y espiritual, y por ser uno de los lugares más famosos por presuntos avistamientos de OVNIs y fenómenos luminosos, lo que ha convertido a la zona en un referente de turismo místico y de conexión con la naturaleza.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
