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En la mañana de este domingo los familiares y amigos de Luis Andrés Colmenares Escobar descubrieron que la placa homenaje ubicada en el parque El Virrey, en el norte de Bogotá, estaba destruida. La pieza de marmol, ubicada en el costado oriental de la calle 88 con carrera 15, fue rayada y golpeada, al parecer con objetos contudentes.
En diálogo con ElEspectador.com Luis Alonso Colmenares, padre de Luis Andrés, aseguró que se van a interponer las respectivas acciones para identificar a los responsables de esta acción. Señaló que se le están pidiendo las explicaciones necesarias a los policías que estaban en el CAI de El Virrey, ubicado a pocos metros de la placa homenaje.
Sin embargo, hasta el momento, los uniformados han asegurado que no vieron nada extraño. "Los autores se tienen que relacionar con los criminales que le causaron la muerte a Luis Andrés. Pero esas acciones no nos van a hacer callar porque nuestra decisión es llegar hasta el final".
Desúés de conocerse los hechos, una persona ubicó un cartel al lado de la placa destruida: "Este es un acto de odio, rabia y saña, que no le permite a Colombia hablar de paz y reconciliación. Por favor recapacitemos ... ese no es el camino. att. un colombiano. PAZ EN SU TUMBA (sic)".
La placa fue ubicada en el lugar en el que suspuestamente el joven universitario cayó al canal de aguas del parque El Virrey luego de salir de una fiesta de disfraces en la noche del 30 de diciembre de 2010. Después de 24 horas de búsqueda el cuerpo de Colmenares Escobar fue hallado por un grupo de bomberos.
La Fiscalía General y los padres del menor sostienen que la muerte del joven fue provocada por un tercero y su cuerpo fue ubicado posteriormente en el canal de aguas. Por estos hechos, la justicia ya absolvió a Laura Moreno, Jessy Quintero y Carlos Cárdenas.
Según el relato de Laura Moreno, Luis Andrés salió de la discoteca Penthouse ubicada en la zona T en el norte de Bogotá. Comió un perro caliente, hizo una llamada, y de un momento a otro, salió corriendo por la carrera 15. Después de una extensa persecución, el joven saltó al canal de aguas en cercanías a la sede del periódico El Heraldo.