Disminuye el exceso de velocidad en Bogotá

El lapso en el que más se exceden los límites de velocidad es de 10:00 p.m. a 6:00 a.m. / iStock

La cifra de vehículos conducidos con exceso de velocidad pasó de 39%, en 2015, a 24%, en el primer semestre de 2017. Así lo asegura un estudio de la Universidad Johns Hopkins, en colaboración con la Universidad de los Andes. (Lea: Ir más despacio en Bogotá: un plan para salvar vidas)

De acuerdo con la investigación, que hace parte de la iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global y el Distrito, de los vehículos que exceden la velocidad, un tercio (34%) lo hace por encima de 10 km/h. Este valor era 42% en el primer estudio hecho en 2015.

“Es positiva la reducción de esta cifra porque representa los conductores que sobrepasan la velocidad muy por encima del límite, con las consecuencias que esto implica para quienes se encuentran dentro y fuera del vehículo. Un ejemplo es la avenida 9^a, que tiene ciertos tramos hacia el norte con límite de 30 km/h, pero los vehículos van a más de 60 km/h’’, señala Andrés Vecino, investigador de Johns Hopkins University.

En el caso de las motos, sólo el 17 % excede la velocidad a más de 10km/h por encima del límite. Hace dos años la cifra era 26 %.

“El tema de motociclistas es importante porque son actores vulnerables en las vías y representan gran parte de los siniestros en Bogotá. Al reducir la proporción de motocicletas excediendo la velocidad, se puede disminuir también su siniestralidad”, agrega Vecino.

Pero los que menos exceden los límites de velocidad en más de 10 km/h son los taxistas. Solo el 10 % de ellos lo hizo, es decir, uno de cada 10. En 2015 la cifra llegaba a 20%.

Velocidad, la principal causa de muerte, a pesar del trancón

El 40% de muertes en el tránsito en el país tienen como causa probable exceso de velocidad, según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. “En Bogotá la gente cree que no hay exceso de velocidad debido a la congestión. Esto no es así, las altas velocidades se presentan antes del trancón, después del trancón, entre puntos de congestión, en la noche y en las vías residenciales”, asegura Andrés Vecino. (Lea: Menos borrachos al volante y más controles policiales en Bogotá)

De hecho, el lapso en el que más se exceden los límites de velocidad es de 10:00 p.m. a 6:00 a.m., y estas horas coinciden con las que aumenta la gravedad de los siniestros reportados, según análisis de World Resources Institute (WRI), aliado de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global.

Lo más preocupante es que las víctimas de la velocidad son principalmente, peatones, ciclistas y motociclistas. En Bogotá sólo 10 % de los fallecidos son ocupantes de vehículos. “La mayoría de las víctimas de la alta velocidad son quienes van afuera del vehículo, quienes no tienen ninguna responsabilidad con que el conductor exceda la velocidad. Durante la semana, todos somos peatones en algún momento y nuestras familias también lo son. Debemos llegar a un acuerdo social en el que nos comprometemos a no atentar contra nuestras propias familias y nuestra vida y esto sólo se logra reduciendo la velocidad en la vía”, recomienda el investigador.

Más controles

Disminuir los índices de infracciones y muertes por exceso de velocidad es una meta que se planteó el Distrito. Y no es para menos: en 2015, la Policía impuso, en promedio, un comparendo diario por exceso de velocidad en Bogotá. Mientras que en 2016 la cifra aumentó 447 %, con 1.632 multas. 

A partir de esto, la Secretaría de Movilidad comenzó el piloto de gestión de velocidad en la avenida Boyacá. La meta de la administración era volver esta vía un corredor seguro y por eso lo eligió para adelantar la prueba piloto del plan de gestión de velocidad y aplicar la iniciativa de seguridad vial global de Bloomberg Philanthropies (BIGRS, por sus siglas en inglés).

Entre septiembre y noviembre hicieron campañas de sensibilización y planes de control policial para disminuir los accidentes por exceso de velocidad. Los resultados fueron sobresalientes, según el Distrito, pues en dos tramos, en los que se registraron cuatro muertes en el mismo período de 2015, no hubo accidentes fatales.

Aparte de esta estrategia, se han realizado más de 100 intervenciones de tráfico calmado en barrios, con un enfoque especial en entornos escolares. Según el estudio, la presencia de estos elementos físicos también puede contribuir a la reducción de excesos de velocidad.  

Lo anterior está enmarcado en el programa de Visión Cero para Bogotá (#VisiónCeroBOG), un proyecto de seguridad vial que comenzó hace 20 años en Suecia y se ha implementado por todo el mundo. en el que ninguna muerte es aceptable, y como seres humanos cometemos errores y somos vulnerables.

Visión Cero considera que si bien es aceptable que las personas cometan errores, no es tolerable que mueran por ello. Por eso, insiste en que la responsabilidad de los choques es asunto de conductores, de peatones y, sobre todo, de las autoridades. Es decir, para mitigar los siniestros viales no sólo se deben regular los límites de velocidad y poner señales de tránsito, también se debe adecuar la infraestructura con reductores, cebras señalizadas, ciclocarriles protegidos, pasos peatonales a nivel de la acera y refugios peatonales, entre otras medidas.