'El alcalde no ha leído con juicio los contratos': Fernando Rojas

Asegura que contratos de SITP y Transmilenio pueden ser revisados por el mandatario.

Juan Camilo Maldonado Tovar
14 de marzo de 2012 - 10:52 p. m.

Hace once años, Transmilenio era el orgullo de Bogotá. ¿En qué momento se perdió el rumbo?

Han pasado doce horas desde que renunció a la subgerencia de este sistema de transporte, y ahora sí puede opinar: “No se ha perdido el rumbo. Pero en algún momento, hace unos años, la ciudad comenzó a discutir otros temas sin haber terminado Transmilenio. Se arrancó la discusión del metro, por ejemplo, atrasando importantes proyectos y decisiones de inversión. Tenga en cuenta que el sistema tiene en realidad 8 fases y no hemos llegado a la 3”.

Fernando Rojas habla así. Es un técnico. Difícilmente se le escapa un juicio político. Para él, las cosas se miden en números y contratos. Por ejemplo: “Transmilenio se pensó para tener, en 2016, una troncal de 385 km. Hoy sólo tiene 84 km y han pasado once años”.

Fue secretario de Planeación del alcalde de izquierda Luis Eduardo Garzón. De ahí pasó a la subgerencia de Transmilenio, junto al entonces gerente, Fernando Páez. Ambos recibieron la tarea de coordinar la operación de la Fase I y la Fase II de Transmilenio, así como estructurar el más ambicioso proyecto de movilidad que hasta ahora ha tenido la ciudad: el Sistema Integrado de Transporte.

Ayer, tras varios días de crisis interna, Rojas decidió hablar. Lo hizo para explicar que su renuncia no responde a la crisis actual que sufre el sistema. Su renuncia estaba planteada desde comienzos de año y la crisis causada por los disturbios de la semana pasada simplemente aceleró algo inevitable.

Como técnico que es, Rojas asumió dentro de esta administración la defensa de los contratos con los operadores de TM, de los cuales asegura tienen reglas de juego que hay que respetar y que, de ser modificados, debe hacerse dentro de las cláusulas contempladas en la Ley 80 sobre contratación pública.

Su posición le ha granjeado muchas críticas, especialmente de aquellos que sospechan de los actuales operadores. Pero él responde: “Los operadores tienen unos deberes muy claros en los contratos y han hecho todo lo contractualmente posible para responder al servicio”. ¿Y qué hay de los contratos, por qué se firmaron dejando al Distrito con tanta desventaja? Responde: “Fueron estructurados hace doce años, cuando la situación de la ciudad y el país era otra. El valor del diésel, de los impuestos, era otro. Transmilenio era entonces un proyecto cuyo éxito era incierto, los riesgos eran grandísimos”.

Ahora, tras años de difícil trabajo en Transmilenio S.A. y luego de dejar los contratos del Sistema Integrado de Transporte firmados tras una larga negociación, Rojas y otros cinco funcionarios técnicos de TM coinciden en que es hora de que el alcalde Gustavo Petro asuma este vital proyecto de la ciudad “con el acento que quiera”.

Eso sí, advierte Rojas, el alcalde deberá estudiar a fondo el asunto. “Él no ha leído con juicio los contratos. Por ejemplo, es falso que el sistema esté en manos de 12 familias. En el SITP hay más de 11 mil propietarios adentro”.

Así, cuando se le pregunta qué consejo le daría al alcalde, sonríe con timidez y simplemente recomienda: “Hay que mirar todos los aspectos de los contratos de Transmilenio y el SITP con mucho cuidado. Hacerlo de manera tranquila, sosegada y juiciosa”.

Eso es, asegura, “lo más beneficioso para todos”.

Por Juan Camilo Maldonado Tovar

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