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Uno de los aspectos más representativos del cambio del esquema de aseo en Bogotá fue la aparición de 80.730 cestas de basura. El nuevo modelo obligó a los cinco operadores a instalar una caneca por cada 90 habitantes, con el fin de cambiar el mobiliario y garantizar que no hubiera tanta basura en la calle. El problema es que en los últimos años se han perdido 13.338 canecas que, según cifras de la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (Uaesp), han resultado afectados por hurtos (7.932), daños que las han dejado fuera de servicio (1.299) o vandalismo (5.554).
Al respecto, Canecol, una de las empresas del sector, advirtió que la cifra de afectaciones podría ser mucho más alta y bordearía el 37 % de las cestas instaladas en la ciudad. Su disgusto es que el Distrito no ha tomado acciones para recuperar este mobiliario, pese a que los operadores de aseo destinaron recursos para ello.