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En medio de los bajos niveles del sistema Chingaza, que cada vez se aleja más de la meta del 70 % de llenado para finales de octubre, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca-CAR, insistió en la alternativa de las aguas subterráneas como método de abastecimiento para la capital y municipios aledaños.
Según su director, Alfred Ballesteros, existe una oferta cercana a los 77 mil millones de metros cúbicos de aguas subterráneas que podrían mitigar esta problemática en el corto plazo. “Existe un volumen potencialmente explotable representado en 7.700 millones de metros cúbicos, que equivalen a siete veces lo que hoy se encuentra almacenado en los sistemas de regulación del agregado Norte, es decir, en Neusa, Tominé y Sisga”, detalló.
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La cifra de agua mencionada por Ballesteros es el 10 por ciento de lo que almacenan las formaciones geológicas por debajo de los mil metros de profundidad y que, de acuerdo con los estudios realizados por la Corporación, alcanzaría a atender ampliamente la demanda de agua sin poner en riesgo los suelos y ecosistemas circundantes.
“La disponibilidad de agua subterránea, según los expertos, es suficiente para planificar una ciudad por un lapso de 500 años. Como autoridad ambiental, la CAR debe gestionar en forma racional este recurso de cara a las condiciones del cambio climático, por lo que no debería superar el 10 %. Aun así, podríamos sostener la demanda de los próximos 100 años.”, agregó el director.
De esta manera, según la Corporación, el proceso tardaría menos de un año, ya que los trabajos de exploración, construcción y puesta en funcionamiento de un pozo pueden tomarse entre 8 y 12 meses. “Estamos atentos a recibir las propuestas de las empresas de servicios públicos que deseen acoger esta alternativa, para iniciar un trabajo conjunto que permita aliviar la problemática de escasez hídrica actual y la que se estima para el 2025″, instó la CAR.
¿Cuál es la posición del Distrito?
En entrevista para El Espectador, la gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, aseguró que hace 20 años se realizó un estudio sobre acuíferos en la ciudad. Sin embargo, hasta la fecha no se ha actualizado, por lo que elevaron solicitudes a varios organismos multilaterales para lograr tener una evaluación de aguas subterráneas. “Eso requiere de estudios especializados y de gente que sepa y que haya hecho esto de una manera como sistemática y que nos puede dar una razón de que si hay agua subterránea, si tiene una capacidad de recarga y si nos puede dar una capacidad de abastecimiento”.
Por su parte, el alcalde Carlos Fernando Galán, indicó que el pasado mes de junio recibieron una delegación del Banco Mundial “y estamos trabajando de explorar la posibilidad de agua subterránea, como fuente para Bogotá. Además de otras alternativas, como traer más agua de Tibitoc, fortalecer el agregado sur. Pero esa sí es una alternativa para la ciudad, que dependerá de esos estudios técnicos y ambientales”, sentenció.
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Por Redacción Bogotá
