El tablero desarrollado por bogotanos para enseñar lengua de señas
En los planes está licenciar o vender la patente a una empresa que pueda masificarlos. Esta es una de varias apuestas que buscan que el aprendizaje de la lengua de señas sea para toda la población.
Diego Ojeda
Según el Instituto Nacional para Sordos (Insor), en Colombia hay unas 500.000 personas con discapacidad auditiva, las cuales enfrentan diversas barreras en ámbitos como el académico y laboral. Muchas se apoyan en la tecnología para desenvolverse en sus actividades cotidianas, como lo es el uso de audífonos, implantes cocleares o las diversas opciones de accesibilidad que ofrecen los teléfonos inteligentes.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Según el Instituto Nacional para Sordos (Insor), en Colombia hay unas 500.000 personas con discapacidad auditiva, las cuales enfrentan diversas barreras en ámbitos como el académico y laboral. Muchas se apoyan en la tecnología para desenvolverse en sus actividades cotidianas, como lo es el uso de audífonos, implantes cocleares o las diversas opciones de accesibilidad que ofrecen los teléfonos inteligentes.
Recientemente se han alcanzado nuevos adelantos en tecnología inclusiva, como lo es un programa desarrollado por Microsoft que transcribe en tiempo real a personas sordas lo que dice un maestro en clase. Para los expertos, estos hitos cada vez generan más oportunidades y desvanecen el concepto de discapacidad.
Lea también: OportuniApps, herramientas para personas con discapacidad
En Colombia también se han hecho esfuerzos para brindar herramientas tecnológicas a personas con discapacidad auditiva. Ejemplo de esto es un tablero desarrollado por estudiantes de la Universidad Central, en Bogotá, capaz de enseñar lengua de señas. Se trata de una caja que mide 1,2 metros de ancho por 1 metro de largo, en la que se encuentran varias ranuras sobre las que se pueden acomodar fichas que ilustran una palabra, su imagen y su respectiva seña.
Cuando el sistema detecta que las tres se relacionan, el tablero alumbra de color verde, indicando al estudiante que está en lo correcto. Cuando solo dos de las tres tienen una relación, alumbra amarillo y cuando ninguna tiene relación, alumbra rojo. Es como un juego en el que, sobre todo los niños, aprenden de forma progresiva palabras y expresiones en lengua de señas.
Le puede interesar: Tecnología inclusiva: cuando el desarrollo busca ser para todos
Existe otra modalidad del tablero que permite armar frases más complejas, facilitando el aprendizaje de tiempos verbales, por ejemplo. “Esta versión es más para adolescentes o personas que ya cuentan con un mayor dominio del lenguaje de señas”, menciona William Daniel Moscoso, profesor de la Facultad de Ingeniería y quien ha acompañado a sus alumnos Sebastián Quintero y Cristian Marín, así como al experto en innovación Jairo Romero, en el desarrollo de este artefacto.
En diálogo con El Espectador, Moscoso detalló que las aplicaciones del tablero son múltiples, pues incluso alguien podría tener uno de estos en casa para enseñar la lengua a una persona con discapacidad auditiva, e incluso sus familiares o amigos lo podrían usar para aprender a comunicarse. Sin embargo, el mayor potencial se encuentra en espacios académicos, pues ha demostrado resultados favorables en el proceso de aprendizaje de estudiantes con esta condición.
Lea también: La aplicación que ayuda a ‘ver’ el mundo a personas con discapacidad visual
De hecho, fue en una institución educativa de Bogotá donde nació la idea, pues usando la metodología de Design Thinking analizaron las problemáticas del colegio San Francisco (en Ciudad Bolívar), el cual maneja un modelo de inclusión. Las soluciones que se les iban ocurriendo eran aportadas y analizadas de la mano de los niños y las niñas, así como de las profesoras y psicóloga del plantel. “Arrancamos con prototipos en cartón y en papel, y ellos nos iban retroalimentando hasta que llegamos al prototipo en el que dijimos listo, este es el que vamos a materializar. Los estudiantes se encargaron de desarrollarlo, y hoy vemos el fruto, que es esta innovación que tenemos”, relata.
Parte de los recientes avances, que ha logrado este equipo de desarrolladores, ha sido la obtención de la patente otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio, misma que buscan vender o licenciar a empresas o instituciones que tengan la capacidad de masificar la producción de estos tableros. “Puede ser una compañía dedicada al desarrollo y fabricación de juguetes o temas didácticos”, comenta Moscoso.
Le puede interesar: ¿Bogotá es una ciudad accesible para personas con discapacidad?
Además, no descarta la idea de llevar este concepto a un aplicativo móvil. Sin embargo, considera que el tablero físico sigue siendo la mejor opción, si se tiene en cuenta que muchos niños en la capital no tienen acceso a un teléfono, y menos a un plan de datos de telefonía celular. “Queremos darle el mensaje al país de que podemos hacer ingeniería de alto impacto, con aportes significativos para la sociedad”, concluye.
La tecnología a disposición de la población sorda
Han sido varias las personas y organizaciones que en Bogotá le han apuntado a satisfacer las necesidades de esta población. Tal es el caso de Sing Chat, un aplicativo móvil que han estado desarrollando estudiantes de la Universidad San Buenaventura, el cual es un teclado de lenguaje de señas. En su momento, el profesor de la Facultad de Ingeniería Yamil Buenaño explicó a El Espectador que “este es un nuevo e innovador recurso que les permitirá comunicarse con mayor facilidad y, lo más importante, insertarse de una mejor manera en la sociedad, derrumbando todas las barreras que les ha impuesto la discriminación”.
Pero también está la Estrategia Entre Pares, liderada por la Secretaría de Integración Social, que mediante videos publicados en Facebook enseña lengua de señas a todos los interesados. Algo acorde a la premisa que en un momento manejó el Ministerio de las TIC: que “las lenguas de señas deben ser para todos”.
También está a disposición el servicio que presta el Centro de Relevo, que les permite a las personas sordas contar con un intérprete para hacer llamadas telefónicas y viceversa. Otras modalidades también logran que haya una comunicación entre personas sordas y oyentes que se encuentren en un mismo espacio o que quieran hablar por Whatsapp.
Hay que ser conscientes de que nadie está exento de presentar alguna discapacidad en su vida, bien sea porque sufra un accidente o por el simple envejecimiento. Estos temas necesitan ser abordados con una mayor empatía y dejar de verlos como algo de otros y más como temas que nos competen a todos.